Si bien es cierto que la inmensa mayoría de conductores en nuestro país tienen como único motivo de su relación con la Dirección General de Tráfico la sanciones, lo cierto es que este organismo lleva a cabo un trabajo mucho más importante, que no es otro que el de garantizar una constante mejora en la seguridad de nuestras carreteras y nuestros núcleos urbanos es lo que se refiere a la circulación de vehículos de todo tipo.

En este sentido, como no podía ser de otra forma, la DGT ha ido evolucionando en lo que se refiere a las medidas que pone encima de la mesa para intentar reducir la siniestralidad y los accidentes en nuestras carreteras. La intención no es otra que la de evitar el máximo número de accidentes posibles, de ahí que por ejemplo se estén planteando una nueva iniciativa que va relacionada con uno de los principales problemas y que más accidentes causan en las carreteras españolas: el cansancio.

Si bien es cierto que la inmensa mayoría de los coches actuales cuentan con sistemas de ayuda a la conducción como es el caso del detector de fatiga, que avisar al conductor de que lo mejor sería descansar un poco antes de seguir conduciendo, también lo es que muchos conductores hacen caso omiso a este tipo de consejos, de ahí que la DGT esté intentando mover ficha en este sentido.

Los test de cansancio que quiere implantar la DGT

Entre otras cosas porque, según este organismo, entre el 25 y el 30 % de los accidentes que se producen en nuestro país son accidentes producidos por el cansancio de los conductores.

 

No estar descansado y estar precisamente muy cansado provoca que los reflejos no sean los mismos y que en muchos casos, en ciertas situaciones donde se necesita una respuesta rápida, ésta no sea tan rápido como lo sería si estuviéramos descansados. Así, la DGT tiene en su agenda que se implemente un test sanguíneo que podría determinar si el conductor está bastante descansado para conducir de manera segura.

Como no podía ser de otra forma de cómo ocurre con tantas otras medidas de la DGT, si el resultado de este test no es positivo, es decir, se detecta que el conductor tiene un nivel de cansancio superior al que establece la DGT como recomendado, las multas podrían llegar a ser de hasta 500 €, entre otras cosas porque no tan solo se pone en riesgo la vida del propio conductor sino de la del resto de conductores de la vía.