No hace falta ser precisamente un experto en el mundo del motor o ser un apasionado de los coches para saber muy bien que los modelos más deportivos de BMW, una de las marcas premium mejor valoradas y más conocidas en todo el mundo, tienen siempre, al margen del modelo que sea y de la carrocería que sea, el apellido M, que no deja de ser el distintivo para distinguirlos de los modelos menos deportivos.

Cabe tener en cuenta que esta estrategia de diferenciar a sus modelos más deportivos de los modelos más normales no es única de BMW ya que, por ejemplo, en Mercedes podemos encontrar lo mismo con sus siglas AMG o, en el caso de Audi, las de RS, entre otras muchas marcas.

 

En este sentido, los que tienen o tienen intención de hacerse con una de las versiones M de BMW son muy conscientes de que estas versiones no son solo más deportivas en lo que se refiere a su apartado estético, sino que tienen en sus motores también uno de sus mejores argumentos de venta, convirtiéndose así en modelos en la inmensa mayoría de casos muy interesantes en lo que se refiera sus prestaciones, aunque evidentemente no es que sean precisamente baratos.

El origen de los colores del logo M de BMW

Lo que seguramente muchos no saben es cuál es el origen del logo M de los coches de BMW, un logo que se caracteriza por la propia letra M así como por tres colores muy característicos: el azul, el púrpura y el rojo.

Si bien es cierto que desde el fabricante no han aclarado nunca cuál es el origen de este logo o la interpretación que se debe hacer de estos colores, sí que existen algunas teorías que no han sido descartadas por el propio fabricante.

 

Una de ellas es la que habla del simbolismo de los colores, siendo el color azul el color propio de BMW, el color rojo el color de la pasión por las carreras y el color púrpura la mezcla de los dos colores asociando así la larga historia que tiene BMW con el mundo del motor y las carreras.

En cualquier caso, lo que parece evidente, y más conociendo las últimas noticias que llegan desde algunas de las voces más importantes de la marca, es que las versiones M de BMW van a decir a dios dentro de muy poco a las transmisiones manuales, un tipo de cambio que siempre ha sido muy característico de este tipo de modelos pero que cada vez es menos común en la industria. Lo que no cambiará, al menos de momento, será su característico logo.