El Toyota C-HR se ha consolidado como uno de los SUV compactos más populares del mercado, especialmente en su versión híbrida convencional. Sin embargo, el reciente lanzamiento de su variante híbrida enchufable aporta una nueva dimensión al modelo, ofreciendo más potencia, mayor autonomía eléctrica y un nivel de eficiencia difícil de igualar. Bajo la denominación Plug-in Hybrid 220, esta alternativa representa una evolución técnica notable frente a la configuración clásica, manteniendo las virtudes del C-HR pero ampliando su alcance y sus capacidades.

La mecánica combina un motor de gasolina de 2.0 litros con 152 CV y un motor eléctrico de 163 CV. El conjunto desarrolla una potencia total de 223 CV, gestionada por una transmisión automática que prioriza el uso del propulsor eléctrico en condiciones favorables. Esta arquitectura permite una aceleración progresiva, suave y suficientemente enérgica, ideal tanto para la ciudad como para trayectos interurbanos. A pesar del notable incremento de potencia respecto al híbrido convencional, el consumo homologado se sitúa en apenas 0,8 litros cada 100 km, gracias al uso prioritario del modo eléctrico.

La batería tiene una capacidad de 13,8 kWh y permite recorrer hasta 66 kilómetros en modo 100 % eléctrico según el ciclo de homologación WLTP. En condiciones reales, esta cifra ronda los 55-60 kilómetros, más que suficientes para cubrir los desplazamientos diarios típicos sin utilizar el motor térmico. Este rendimiento convierte al modelo en una opción ideal para usuarios con posibilidad de recarga en casa, maximizando la eficiencia y reduciendo drásticamente el gasto en combustible.

 

Más allá del ahorro, el sistema híbrido enchufable del C-HR aporta también una experiencia de conducción más refinada. El arranque es completamente eléctrico, la entrega de par es inmediata y la transición entre los modos de funcionamiento se realiza sin interrupciones perceptibles. El comportamiento dinámico es equilibrado, con una suspensión confortable y una dirección precisa que transmiten confianza sin renunciar a un toque de agilidad en ciudad y carreteras secundarias.

Más autonomía eléctrica, más potencia y más ventajas

Uno de los grandes argumentos del C-HR Plug-in Hybrid es la etiqueta CERO, que le otorga acceso sin restricciones a zonas urbanas de bajas emisiones, exenciones fiscales y beneficios en aparcamiento regulado. Esta ventaja se suma a la ya de por sí atractiva combinación de bajo consumo, buen rendimiento y polivalencia. Frente a los híbridos convencionales, ofrece una solución más completa para el día a día, especialmente si se aprovecha su capacidad eléctrica con recargas frecuentes.

El equipamiento de serie es amplio desde las versiones de entrada. Entre otros elementos, incluye faros LED, pantalla multimedia de gran tamaño, instrumentación digital, control de crucero adaptativo, climatizador automático y asistentes avanzados a la conducción. La calidad interior se mantiene en niveles elevados, con buenos materiales y un diseño que mantiene el estilo moderno y anguloso característico del modelo.

Con una cuota mensual desde 186 euros, esta versión híbrida enchufable del C-HR se convierte en una alternativa real para quienes buscan algo más que el híbrido tradicional. Más potente, más versátil y con un consumo prácticamente simbólico.