No es que sea precisamente ningún secreto que, como ocurre con Volkswagen en Alemania o Fiat en Italia, Seat había tenido en su mercado natal, el español, su mejor terreno de juego durante muchos años.
El fabricante que desde hace ya años forma parte del grupo Volkswagen era el rey en las carreteras españolas con una cuota de mercado que muchas marcas no lograban igualar, ni siquiera las más potentes. Sin embargo, por diferentes motivos, poco a poco Seat ha ido diluyéndose en un mercado cada vez más competido en el que el buen hacer de otros fabricantes, sobre todo los asiáticos con Toyota y Kia a la cabeza, ha provocado que Seat ya no sea ni una de las tres marcas más vendidas en su mercado.
Más allá de que sean muchos los que aseguren que el futuro de Seat no es precisamente el mismo que el de otros fabricantes clásicos en Europa ni el mismo que el que tiene la inmensa mayoría de marcas del propio grupo alemán, lo cierto es que las cifras de ventas actuales de Seat son más que preocupantes.
Seat sigue perdiendo peso
A falta de saber sus resultados de ventas en este último mes del 2023, Seat lleva acumuladas más de 54.000 matriculaciones en lo que llevamos de año. No es una mala cifra, ni mucho menos, pero el hecho de ocupar la quinta posición en el ranking no es algo que sea motivo de orgullo para el fabricante nacional, y más teniendo en cuenta que hace apenas unos años era el fabricante que dominaba con mano de hierro las carreteras españolas.
El principal problema para Seat ya no es el hecho de tener hasta cuatro marcas por delante, que no son otras que Toyota, Kia, Volkswagen y Peugeot. El problema serio es que Toyota ha acumulado casi 20.000 ventas más en apenas 11 meses, una diferencia que habla muy bien del trabajo de la marca japonesa y de la mala estrategia de Seat en los últimos tiempos.
Una estrategia que sigue basándose en modelos veteranos como es el caso del Arona, el Ateca, el Ibiza y el Tarraco, y modelos un punto más modernos como es el León pero que no tiene el éxito que tenía antes. Sin opciones híbridas auto recargables, sin opciones eléctricas puras y sin apenas opciones micro hibridadas, Seat lo fía todo a sus motores de combustión y a alguna versión PHEV en el León y el Tarraco, una estrategia que evidentemente no encaja con la tendencia actual del mercado.