Renault ha tomado una decisión significativa en relación con uno de sus modelos más emblemáticos. La próxima generación del Clio no contará con una variante 100 % eléctrica. En un contexto en el que muchos fabricantes apuestan por la electrificación total de sus gamas, la marca francesa opta por mantener al Clio en una línea híbrida, descartando por completo su transformación en un vehículo completamente eléctrico. Esta elección responde tanto a criterios técnicos como estratégicos y redefine el papel del Clio dentro de la hoja de ruta de la compañía.
El Clio ha sido, durante décadas, un modelo clave para Renault y uno de los urbanos más vendidos en Europa. Su éxito se ha basado en una fórmula de accesibilidad, eficiencia y versatilidad. Mantener esta fórmula implica evitar una subida de costes derivada del desarrollo de una plataforma exclusivamente eléctrica, especialmente en un segmento donde la sensibilidad al precio es determinante. Por ello, Renault considera que una motorización híbrida es, por ahora, la opción más equilibrada para mantener la competitividad del modelo.
En la actual generación, el Clio ya cuenta con un sistema híbrido E-Tech que combina un motor térmico con uno eléctrico y una pequeña batería autorrecargable. Esta configuración permite trayectos cortos en modo eléctrico, recupera energía en fases de frenado y reduce significativamente las emisiones. La decisión de mantener este enfoque en el futuro confirma la apuesta por una transición progresiva y menos disruptiva, tanto para la marca como para sus clientes.
Hibridación como solución pragmática en el segmento urbano
Cabe destacar que la electrificación total de un modelo urbano como el Clio implicaría desafíos adicionales. Entre ellos, el coste de las baterías, la necesidad de una nueva arquitectura técnica y la dependencia de una infraestructura de carga que aún no está plenamente desplegada en muchas regiones. En este sentido, la opción híbrida permite sortear estos obstáculos sin renunciar a las exigencias medioambientales actuales.
Por otro lado, el mantenimiento de una versión híbrida favorece una mayor accesibilidad, tanto en términos de precio como de uso. El conductor no necesita modificar sus hábitos ni depender de una red de carga eléctrica. Además, el Clio híbrido puede seguir beneficiándose de ventajas fiscales y etiquetas medioambientales que lo mantienen vigente en un entorno urbano cada vez más regulado.
Esta decisión también responde a una visión más amplia dentro del grupo Renault. La electrificación total se reserva para otros modelos de la gama, como los desarrollados sobre plataformas específicas para vehículos eléctricos. El Clio, en cambio, se consolida como una alternativa híbrida para quienes buscan eficiencia sin renunciar a la practicidad de uso y a una red de soporte ya consolidada.
Con esta estrategia, Renault preserva la identidad del Clio y refuerza su posicionamiento como vehículo urbano eficiente, asequible y adaptado a las necesidades reales de los usuarios. En lugar de forzar una transformación total, apuesta por una evolución lógica, respetuosa con el legado del modelo y más alineada con el ritmo del mercado actual.