No es que sea precisamente ningún secreto que la industria de los carburantes, especialmente el de la gasolina y el diésel, pasa por ser una de las más inestables a nivel mundial, y que depende de tantos factores que es muy habitual que los precios de estos carburantes varíen de forma notable en apenas unos meses de diferencia.

En este sentido, es de sobras conocido que el precio de la gasolina y el diésel se ha convertido en los últimos años en un principal problema para muchos españoles, sobre todo para aquellos que necesitan coger el coche a diario y que, por lo tanto, acaban gastando mucho dinero en carburantes.

Por suerte los precios actuales en nuestro país está muy lejos del máximo histórico que se produjo hace ya más de dos años con el inicio de la guerra de Ucrania, cuando tanto la gasolina como el diésel superaron la barrera de los dos euros. Eso sí, como bien saben los que están atentos a los precios de estos carburantes, en los últimos meses tanto la gasolina como el diésel han ido poco a poco aumentando su precio, de ahí que no sean pocos los que empiecen ya avisar de una posible subida aún más fuerte de cara al próximo verano.

La posible subida de precio de la gasolina y del diésel de cara al verano de 2024

No ha sido otro que el responsable global de materias primas y derivados de Bank of America Research, Francisco Blanch, el que ha apuntado algunas claves al respecto en algunos medios: “Ahora estimamos que la mejora de la demanda ha contribuido a empujar a los mercados mundiales del petróleo hacia un déficit en el segundo y tercer trimestre de 2025 de aproximadamente 450.000 barriles al día”. Y añade que “vemos que los precios alcanzarán un máximo de unos 95 dólares este verano”.

Por otro lado, Giovanni Staunovo, analista de materias primas del banco suizo UBS, ha apuntado en el Financial Times algunos motivos que apuntan a sospechar de cara a la subida de precios: “Creemos que el último aumento de precios ha sido impulsado por renovadas tensiones geopolíticas en Medio Oriente, pero factores fundamentales como una demanda mejor de lo esperado y una menor producción de petróleo también han ayudado”.

De momento evidentemente es aún muy pronto para saber con certeza qué pasará dentro de unos meses, pero las alarmas ya están empezando a sonar, algo que evidentemente no es positivo.