Como bien saben los que estuvieron planificando sus vacaciones hace ya una semanas y tenía en mente utilizar el coche de forma habitual durante su periodo vacacional, fueron muchos los expertos que ya anticiparon que, en las últimas semanas del mes de julio y en las primeras fechas del mes de agosto, los precios de la gasolina y el diésel que iban a subir.

En este sentido, no es que sea precisamente ningún secreto que, al margen de la subidas de precios de los últimos años, en los meses vacacionales históricamente siempre aumentado el precio de los combustibles, entre otras cosas porque la demanda es mayor y ahí es donde puede haber un mayor margen de ganancia para las gasolineras.

Eso sí, si bien es cierto que muchos predijeron el aumento de precios que evidentemente ha llegado, también fueron muchos los que aseguraron que, una vez pasarán los meses vacacionales, los precios volverían a bajar.

Sin embargo, en los últimos días viendo que el precio no bajan todas estas predicciones parece que están quedando obsoleta, hasta el punto que no es un pocos los que aseguran que ya no es que el precio no vaya a bajar, sino que va a seguir subiendo durante los próximos meses.

2024 puede ser un año aún peor respecto al precio de la gasolina y el diésel

En este sentido, son varias las voces que apuntan que, más allá de que es probable que quizás en los meses de octubre y noviembre haya una pequeña bajada de precios coincidiendo con la menor demanda, en 2024 puede que los precios aumenten aún más.

Los motivos de esta posible subida de precio pasan por el aumento del precio del barril del petróleo, el hecho de que es más que probable que la guerra entre Ucrania y Rusia siga el curso y que, además, el aumento de demanda por parte de China va a provocar también un aumento de precio global.

No ha sido otro que Francisco Blanch, responsable global de materias primas y derivados de Bank of America, el que ha apuntado que “Las tendencias de la oferta energética se han deteriorado en los últimos meses y han desencadenado un repunte de los precios de la energía. La mejora de las tendencias de la demanda energética mundial en 2024 podría prolongar el impulso alcista de los precios de la energía, aunque vemos límites".