No es que sea precisamente ningún secreto que la inmensa mayoría de los conductores que han decidido dar el salto al coche eléctrico y optar por un modelo de estas características son conductores que saben que van a poder cargar este coche en casa. Entre otras cosas porque uno de los grandes beneficios de los coches eléctricos otra respecto a los coches de combustión tradicional es que, si se cargan en casa, el coste por km. Es mucho más bajo respecto a los coches de gasolina e incluso los híbridos.

Evidentemente se puede tener un coche eléctrico sin tener un cargador en casa, ya que existen cargadores en infinidad de puntos geográficos de nuestro país e incluso son muchos los que pueden cargar incluso su coche eléctrico en el trabajo. Sin embargo, a la larga, lo más cómodo es poder cargar el coche en casa, de ahí que sean muchos los que se pregunten cuál es la mejor solución en este sentido en lo que se refiere a la potencia.

Y es que es evidente que, al cargar un coche eléctrico en casa, la potencia contratada por parte de la empresa que suministra la energía en el hogar debe ser mayor que si no tenemos este tipo de carga.

La potencia recomendada para cargar un coche eléctrico en casa

Teniendo en cuenta que los coches eléctricos actuales necesitan como mínimo una capacidad de carga de 3,5 kW y que la inmensa mayoría de hogares españoles tiene la potencia contratada entre 2,5 y 4,5, cabe destacar que, si los que se comprar un coche eléctrico no aumentar la potencia contratada, es muy probable que, mientras esté cargando el coche acaben saltando los plomos teniendo en cuenta que la potencia no será suficiente partiendo de la base también de lo que consumen productos como los electrodomésticos, la calefacción o sistemas de refrigeración, entre otras cosas.

 

Por mucho que la inmensa mayoría de los españoles que tienen cargadores en casa opten por cargar el coche de noche, cuando la necesidad energética del hogar es mucho menor, ampliar la potencia contratada hasta unos 7 kW es algo más que recomendable. Entre otras cosas además porque, si bien es cierto que con la potencia de carga de 3,5 kW se puede cargar un coche eléctrico en unas 10 horas, hacerlo con una potencia 7 kW equivale a hacerlo en la mitad de tiempo, lo que en muchos casos es un acierto.

Además, lo más recomendable es hacerse con un cargador inteligente, un cargador que va adaptando en todo momento la potencia que suministra al coche para que el resto de elementos que necesitan energía en el hogar no se queden sin ella.