Toyota ha vuelto a subrayar su compromiso con la calidad y la durabilidad al anunciar una garantía de hasta un millón de kilómetros para la batería del bZ4X, su SUV eléctrico de nueva generación. Esta cifra, inédita en el mercado, no solo sirve como aval técnico para su sistema eléctrico, sino que reafirma uno de los pilares históricos de la marca japonesa: la fiabilidad. Desde hace décadas, Toyota ha construido su reputación sobre vehículos duraderos, de bajo mantenimiento y con una alta tasa de satisfacción entre sus propietarios. Con esta garantía, traslada esa filosofía al ámbito de la movilidad eléctrica.
El bZ4X es el primer modelo eléctrico puro de Toyota construido sobre la nueva plataforma e-TNGA, diseñada específicamente para vehículos de batería. Está disponible en versiones de tracción delantera, con 204 CV, y tracción total, con 218 CV. Ambas configuraciones se alimentan de una batería de 71,4 kWh que permite recorrer hasta 504 kilómetros con una sola carga, según los estándares WLTP. Esta autonomía sitúa al modelo en una posición competitiva dentro del mercado de SUV eléctricos medianos.
Lo destacable en este caso es que Toyota no se limita a ofrecer cifras atractivas sobre el papel, sino que respalda su tecnología con una garantía sin precedentes. Esta estrategia no es nueva para la marca. Ya en el ámbito de los híbridos autorrecargables —donde fue pionera— demostró que sus sistemas de propulsión podían superar con creces los 300.000 kilómetros sin intervenciones relevantes. Ahora, con el bZ4X, traslada esa confianza al terreno del vehículo eléctrico puro, marcando un listón que pocos fabricantes se atreverían a igualar.
Diseño, tecnología y una propuesta de valor centrada en la confianza
A nivel de diseño, el bZ4X combina un estilo moderno con una aerodinámica trabajada, lo que le permite mantener la eficiencia sin sacrificar presencia visual. Con 4,69 metros de largo y una distancia entre ejes de 2,85 metros, ofrece una buena habitabilidad, especialmente en las plazas traseras. El interior, con una pantalla de 12,3 pulgadas y una interfaz intuitiva, integra funciones avanzadas de conectividad y asistencia a la conducción, como parte del sistema Toyota Safety Sense.
En cuanto a la carga, el bZ4X admite potencias de hasta 150 kW en corriente continua, lo que permite recuperar el 80 % de la batería en apenas media hora. También ofrece carga en alterna hasta 11 kW, adaptándose a entornos domésticos y públicos. Este enfoque técnico bien equilibrado responde al perfil de usuarios que priorizan la confianza a largo plazo por encima de modas tecnológicas pasajeras.
Toyota ha entendido que, más allá de prestaciones puntuales, el comprador valora la certeza de que su vehículo seguirá rindiendo como el primer día tras muchos años de uso. Por eso, la garantía de un millón de kilómetros no es solo una cifra llamativa: es la traducción directa de uno de sus mejores argumentos comerciales, la fiabilidad, elevada ahora al estándar de la nueva era eléctrica.