En Mercedes son muy conscientes de que los modelos que cuentan con enormes y potentes motores de combustión tienen los días contados en Europa. Y es que la Unión Europea ya ha dejado muy claro que a partir de 2035 no se podrá vender ningún coche nuevo en las carreteras del viejo continente que cuenta con un motor de combustión tradicional, ya sea gasolina o diésel.
No es casualidad entonces que la marca alemana esté apostando cada vez más por ampliar su nómina de modelos 100 × 100 eléctricos y que, por otro lado, estoy apostando también para aumentar su cuota de modelos híbridos enchufables, modelos que se quedan fuera de la sanciones por contaminación y que cuentan además con la etiqueta CERO de la DGT.
Eso sí, hasta que no llegue el momento, es muy probable que la marca alemana, tal y como ocurre con otros fabricantes premium y en el que modelos deportivos son protagonistas en sus catálogos, siga apostando por vender modelos realmente exclusivos en todos los sentidos.
El Mercedes Clase G AMG es una bestia con un consumo exagerado
Y uno de sus modelos más exclusivos es el Clase G, un todo terreno de enormes dimensiones con un diseño muy cónico y que, además, como suele ser habitual en este tipo de modelos destinados tan solo a los más VIP, cuenta con la versión más potente y deportiva, la versión AMG.
En esta versión esta bestia llega con un motor de ni más ni menos que 585 caballos de potencia que, pese a que el coche tiene un peso de más de 2500 kilos, le permite acelerar de cero a 100 km/h en unos cuatro segundos, igualando así las prestaciones de algunos de los deportivos más capaces del mercado.
Como no podía ser de otra forma tratándose de un modelo de estas características, más allá de que sea un modelo muy potente, es uno de los modelos más capaces en cuanto a capacidades de todo terreno, de ahí que, pese a que en Europa no se venda mucho, en mercados como el norteamericano sí que tiene mucho peso.
Siendo precisamente un modelo destinado a los VIP, su precio se dispara por encima de los 200.000 €, por lo que no es un modelo muy habitual en las calles. Eso sí, los que tienen presupuesto para hacerse con este Clase G en su versión AMG no tiene ningún tipo de problema en cuanto a su consumo que, en este caso, es de mi más ni menos que de 16 l cada 100 km, es decir, es el modelo de gasolina que más gasta en nuestro país.