La industria del automóvil está viviendo ahora uno de sus momentos de cambios más importantes de su historia. En Tesla, un fabricante que lleva ya muchos años apostando por los modelos 100 × 100 eléctricos, lo saben muy bien. De hecho, no es que sea precisamente ningún secreto que es la marca americana la que los últimos años ha introducido alguna de las grandes innovaciones y mejoras en la conducción, tanto nivel de seguridad como a nivel de confort y mecánicas.

Eso sí, siendo como es una industria que vive ese momento de cambio bestial entre el pasado y el futuro, son muchas las investigaciones que se están llevando acabo. Por un lado, investigaciones para ayudar a mejorar la sostenibilidad de la inmensa mayoría de los coches, mientras que por otro, como ha quedado demostrado con una reciente prueba en China, investigaciones y proyectos que, en el caso de que se acaben afianzando en el futuro, sí que van a cambiar de forma radical la industria automóvil.

 

Las primeras pruebas de los coches que levitan en China

Ha sido precisamente en China, un país donde ya está en funcionamiento un tren que levita gracias a su sistema de levitación magnética, donde han llevado acabo una serie de pruebas en este caso con coches. Pruebas que se han llevado a cabo por parte de un  grupo de ingenieros de la Universidad de Southwest Jiaotong en un tramo de autopista situada en la provincia de Jiangsu, en el este de China.

Tal y como podemos ver en las imágenes,  el tramo de autopista cuenta con un riel conductor que hace que el vehículo logre elevarse hasta 3,5 centímetros sobre el asfalto al llegar al mismo gracias a que el vehículo lleva incorporado una matriz de imanes permanentes en sus bajos.

 

Evidentemente, viendo la reacción del coche una vez se eleva, con oscilaciones y movimientos aún muy bruscos, queda mucho por trabajo por delante en este sentido. Eso sí, teniendo en cuenta que este sistema puede ser determinante en el futuro, sobre este tipo de pruebas las que, por mucho que ahora parezcan de ciencia ficción y que nunca van a llegar a tener una utilidad real, puede que en un futuro acaben siendo determinantes.

Lo que es evidente es que, para que en un futuro este tipo de tecnología se implante no tan solo hace falta trabajar, y mucho, en la tecnología en sí sino realizar unas enormes inversiones multimillonarias que, desde luego, no parece que se vayan a realizar.