Fiat ha dado un giro estratégico con el regreso del 500 híbrido, una decisión que busca devolver protagonismo a un modelo emblemático que, tras años como líder en su segmento, desapareció repentinamente del mercado. Este retorno no solo reactiva una denominación histórica, sino que también ofrece una alternativa más asequible a la versión eléctrica, cuyo elevado precio había reducido drásticamente su volumen de ventas.
La nueva variante incorpora un motor tricilíndrico 1.0 con sistema de hibridación ligera de 12 V, una solución que mejora la eficiencia sin encarecer el conjunto. Mantiene la esencia estética del 500 eléctrico, con carrocería compacta, detalles icónicos y versiones tan reconocibles como la cabrio o la Trepiuno de tres puertas. Lo destacable en este caso es que esta configuración se presenta con un precio de partida en torno a los 17.000 euros, cifra muy inferior a la del eléctrico, que superaba los 30.000.
Este relanzamiento responde también a un objetivo industrial: reactivar la producción en la planta de Mirafiori, donde se ensamblará esta nueva versión del 500 con un volumen estimado de hasta 100.000 unidades anuales. En este sentido, Fiat recupera su apuesta por un producto clave para el equilibrio de su red productiva en Italia y para su presencia en el segmento A, cada vez más reducido por la presión regulatoria y los costes de electrificación.
Un icono urbano con etiqueta ECO y precio competitivo
La apuesta técnica del nuevo 500 híbrido es sencilla pero eficaz: motor térmico eficiente, asistencia eléctrica en fases clave de conducción urbana y caja de cambios manual de seis velocidades. A ello se suma un equipamiento equilibrado, con pantalla de 10,25 pulgadas, conectividad inalámbrica, frenada automática de emergencia, asistente de mantenimiento de carril y otras ayudas básicas que lo sitúan en línea con los estándares actuales.
No es ningún secreto que el Fiat 500 eléctrico, pese a su diseño atractivo y nivel tecnológico, se vio penalizado por un precio excesivo en relación a su tamaño y autonomía. Con la nueva variante híbrida ligera, la marca recupera su ADN accesible, adaptado a los requerimientos de movilidad actual gracias al distintivo ECO, sin depender de infraestructuras de recarga ni de ayudas públicas para ser competitivo.
El resultado es un coche urbano con identidad propia, prestaciones suficientes para el día a día y un coste de adquisición y mantenimiento contenido. Fiat ha recuperado con acierto la fórmula que convirtió al 500 en un superventas: dimensiones compactas, estilo inconfundible, eficiencia mecánica y una tarifa que vuelve a hacerlo visible en el escaparate de opciones racionales. Una maniobra que combina sentido práctico con valor simbólico y que puede devolver al modelo al lugar que ocupó durante más de una década.