No es que sea precisamente ningún secreto que, teniendo en cuenta que los precios del mercado de los coches nuevos han aumentado de forma notable en los últimos tiempos, cada vez son más los conductores en España los que acuden directamente al mercado de segunda mano, entre otras cosas porque en este mercado se pueden encontrar opciones mucho más interesantes en lo que se refiere a precios.

Viendo las cifras de ventas, y por mucho que en España se vendieran casi 1 millón de coches nuevos en el pasado 2023, una cifra razonable teniendo en cuenta cómo está la industria del automóvil, el hecho de que se vendieran casi 2 millones de modelos de segunda mano no hace otra cosa que evidenciar el enorme peso que tiene en el mercado de coches de segunda mano en nuestras carreteras.

Es más que evidente que el principal argumento a la hora de ir a por un coche de segunda mano es por qué, sea el modelo que sea, siempre va a ser una opción mucho más barata que ir a por el mismo modelo si lo compramos nuevo, además de que, al comprarlo de segunda mano, la entrega es inmediata, algo que no ocurre con un coche nuevo.

Ojo con los kilómetros de los coches de segunda mano

Eso sí, a la hora de ir a comprar un coche de segunda mano hay que tener varias cosas en cuenta, sobre todo lo que se refiere al kilometraje del modelo en cuestión. Aquí hay dos factores importantes a tener en cuenta: la edad del coche y los kilómetros que lleva.

En este sentido, cabe tener en cuenta que seguramente es una opción mucho más interesante hacerse con un coche que tenga cinco o seis años pero que tenga un kilometraje medio en lo que se refiere a los años que llevo circulando que no hacerse con un coche mucho más nuevo pero que tenga una media de kilómetros muy por encima de lo normal.

Teniendo en cuenta que la media en nuestro país suele estar entre 15.000 y 25.000 km al año, la operación que debemos realizar es la de dividir los kilómetros que lleva acumulados el coche en cuestión por los años que tiene. En este sentido, acaba siendo una mejor opción hacerse con un coche que se fabricó hace seis años y tiene entre 100.000 y 150.000 km que no hacerse con un coche que se fabricó hace tres años y que tenga una cifra de kilómetros similares, entre otras cosas porque eso significa que el coche más joven ha circulado muy por encima de la media de kilómetros, por lo que su desgaste habrá sido mayor.