Como no podía ser de otra forma teniendo en cuenta que el precio de la gasolina y el diésel ha ido variando mucho en los últimos tiempos, cada vez son más los conductores que buscan en nuestro país una manera de alargar cada uno de los depósitos de su coche, es decir, alargar la autonomía de un modelo de tal manera que deban acudir menos a la gasolinera y, por lo tanto, gastar menos en combustible.

En este sentido, no es que sea precisamente ningún secreto que hay varios aspectos a tener en cuenta a la hora de buscar una conducción más eficiente. Así, tal y como han apuntado desde organismos como la Dirección General de Tráfico, aspectos como el hecho de llevar siempre los neumáticos a una presión correcta, evitar grandes acelerones y grandes frenadas, conducir siempre que se pueda en la marcha adecuada de tal manera que el coche ni esté muy revolucionado ni esté muy poco revolucionado así como repartir muy bien la carga dentro del vehículo puede ayudar a que el consumo acabe siendo menor.

La velocidad perfecta para lograr el menor consumo

Eso sí, como es lógico, especialmente cuando nos enfrentamos a largos viajes en autovías y carreteras, la velocidad del coche acaba derivando también en un mayor o menor consumo. No es que sea precisamente ningún secreto que la velocidad máxima permitida en las autovías y autopistas de nuestro país y en las autopistas es 120 km/h, una velocidad en la que la inmensa mayoría de coches no necesitan ir muy revolucionados y, por lo tanto, el consumo suele ser bajo.

Sin embargo, los que realmente buscan lograr un consumo muy bajo cuando afrontar un largo viaje sabes muy bien que ir más despacio, concretamente entre una velocidad de entre 90 y 100 km/h, acaba siendo la mejor solución para lograr aumentar la autonomía del coche en cuestión y por lo tanto gastar menos gasolina.

En este sentido, si bien es cierto que ir a según qué velocidades puede acabar entorpeciendo la circulación, cabe recordar que la velocidad mínima exigida para circular por autovías y autopistas es de 60 km/h, por lo que en este sentido no nos pueden multar si optamos por ir a una velocidad de entre 90 y 100 km/h, entre otras cosas porque es una velocidad muy habitual entre camiones y vehículos pesados.

Así, si nuestra idea es lograr un menos consumo y, sobre todo, no tener ningún tipo de prisa a la hora de llegar a nuestro consumo, lo mejor para nuestro bolsillo es circular a velocidades de entre 90 y 100 km/h.