En la OCU, la Organización de Consumidores y Usuarios, son muy conscientes de que, por un lado, el aumento de precios en los combustibles está provocando que sean muchos los que tengan en cuenta el consumo de los coches a la hora de ir a por una opción nueva y, por otro, que el hombre abanico de opciones metálicas en este sentido aumenta mucho las posibilidades.

Y es que, a diferencia de lo que ocurría hace apenas unos años, donde la única duda posible en nuestro país era hacerse con un motor de gasolina o con un motor diésel, hoy en día existen muchas alternativas a los motores de combustión tradicionales, pasando por opciones micro hibridadas, opciones híbridas auto recargables, opciones híbridas enchufables, opciones que funcionan con GLP así como ir directamente a por un modelo 100 × 100 eléctrico.

 

Es por eso que en esta organización han llevado a cabo un estudio en el cual no terminan hasta qué punto vale la pena invertir en un coche que cuente con un motor que no sea de gasolina tradicional y, sobre todo, cuánto tiempo tardaremos en amortizar el coste extra que tiene ir a por alguna de estas alternativas, teniendo en cuenta que las opciones de gasolina simple siguen siendo las más baratas en nuestro mercado.

Los coches con GLP se amortizan antes, pero la oferta es muy reducida

Como no podía ser de otra forma, en este estudio de la OCU ha optado por coger diferentes modelos que cuenten más o menos con la misma opción mecánica lo que se refiera potencia y que sean más o menos del mismo segmento, para así poder poner encima de la mesa resultados más realistas.

El objetivo de este estudio no es otro que el de comprobar cuál de las opciones que no sea un motor de gasolina tradicional acaba amortizando antes el coste extra que tiene a comprarlo una vez recorridos 100.000 km.

 

Como no podía ser de otra manera teniendo en cuenta el precio del combustible y el bajo consumo de estas funciones mecánicas, los coches que cuentan con un motor mí fue el que funciona con GLP acaban siendo los que antes amortizar el coste inicial, y lo hacen a partir de los 20.000 km. A estas opciones mecánicas le siguen tanto los híbridos enchufables, que se amortizan al cabo de 25.000 km como los eléctricos, a los 30.000 km, siempre y cuando obtenemos por cargarlos en casa y, en el caso de los híbridos enchufables, hagamos la inmensa mayoría de los kilómetros en modo eléctrico.

En cuanto al diésel, este estudio revela que la inversión inicial extra a la hora de comprar este vehículo se empieza amortizar a partir de los 75.000 km, una cifra que aumenta hasta los 110.000 km en el caso de que estemos por un motor con un híbrido auto recargable. Así, evidentemente de la tecnología GLP es la que antes se amortiza, pero cabe tener en cuenta que es un tipo de motor que muy pocas marcas más allá de Dacia las que lo ofrecen actualmente en nuestro país.