Como es lógico teniendo en cuenta todos los parámetros de seguridad, la Dirección General de Tráfico establece un periodo cada cierto tiempo para que todos y cada uno de aquellos que cuenten con el carnet de conducir deban renovarlo de forma periódica. Lo habitual es hacerlo cada 10 años, pero, como no podía ser también de otra manera, una vez se cumplen los 65 años, los periodos de renovación son más cortos.

Entre otras cosas porque, tal y como lo apuntado desde este organismo y basándose en cifras también recopiladas a lo largo de las diferentes carreteras en la Unión Europea, en torno al 30 % de los accidentes mortales de las carreteras son de personas de más de 65 años.

No es que sea precisamente ningún secreto que la capacidad de reacción de los reflejos de una persona de más de 65 años no es la misma que la que tiene una persona mucho más joven, de ahí que, por mucho que los sistemas de seguridad y la tecnología en los coches habían avanzado muchísimo en los últimos años, desde la DGT hayan tomado medidas en este sentido.

La nuevas normativa de la DGT para la renovación del carnet para los mayores de 65 años

Y una de las medidas que han tomado es que, al contrario de lo que ocurre hasta cumplir los 65 años, cuando el periodo de renovación es cada 10 años, a partir de esa edad se deberá renovar a los cinco años. Por otro lado, es a partir de los 70 años cuando ese periodo se reduce a los dos años, teniendo en cuenta que se tratan ya de edades avanzadas en las que los reflejos, la vista o el oído no son los mismos.

 

Cabe también tener en cuenta que, pese a que la DGT no ha anunciado ningún cambio al respecto, ya existen ciertas limitaciones para conductores que sufren de enfermedades como enfermedades cardíacas, arritmias, infartos o que cuenten con un de marcapasos, enfermedades respiratorias, apnea o disnea permanente y también enfermedades crónicas como el Alzheimer, Parkinson o artritis.

La intención de este organismo con estas nuevas medidas a la hora de renovar el carnet de conducir no es otra que la de acabar reduciendo la mortalidad en las carreteras, y teniendo en cuenta que los datos en Europa apuntar que el 30 % de las víctimas mortales corresponden a esta franja de edad, medidas como estas son más que bienvenidas.