No es que sea precisamente ningún secreto que, a diferencia de lo que ocurría hace ya muchos años en nuestro país, la inmensa mayoría de los coches hoy en día cuentan con sistemas de calefacción.
En los modelos más sencillos se trata de un sistema de calefacción convencional en el que es el conductor el que regula tanto la temperatura como la potencia, mientras que en los modelos mejor dotados tecnológicamente es un climatizador automático el que se encarga de gestionar la temperatura interna del coche.
Lo que es evidente es que, tanto en invierno lo que se refiere a la calefacción como en verano es lo que se refiere al aire acondicionado, estos sistemas de climatización son más que bienvenidos y son un elemento de confort a la hora de conducir nuestro coche. Eso sí, hay que tener en cuenta que un mal uso de estos sistemas puede acabar provocando una avería importante en el motor de nuestro coche, por lo que es importante evitar una acción que muchos, sin pensarlo, realizan de forma habitual.
La climatización al ralentí no es una buena idea
Y es que este tipo de sistemas, ya sea un sistema de calefacción básica como un sistema de climatización automática, están pensados para ser usados mientras el coche está en funcionamiento, es decir, mientras el motor está en marcha. Es más que evidente que si dejamos la calefacción puesta durante un breve momento en el que estamos con el coche encendido pero parados, es decir, al ralentí, esto no va a suponer ningún problema.
El problema puede llegar cuando realizamos esta acción de forma habitual y durante mucho rato ya que este sistema impide un correcto uso de la presión necesaria al funcionamiento de la bomba de aceite y así se reduce su capacidad de lubricar estas partes móviles del propulsor.
Así, forzar este sistema de calefacción o de climatización acaba derivando en un mayor aumento de temperatura de varios componentes, de ahí que, tal y como recomiendan muchos mecánicos y muchos fabricantes, lo mejor es no forzar en ningún caso este sistema así como no encenderlo o no pedirle por encima de lo requerido hasta que el motor no alcanza la temperatura adecuada.