No es que sea precisamente ningún secreto que la inmensa mayoría de los conductores españoles no tienen precisamente muchos conocimientos de mecánica. De hecho, es de sobra conocido que muchos conductores tampoco tienen ni idea de cómo funcionan algunos de los elementos más importantes de su coche, especialmente el motor.
Lo habitual es que la inmensa mayoría conductores comprar un coche, ya sea nuevo o de segunda mano y, a no ser que no aparezca ningún indicativo en el paréntesis aumentos, no hagas ningún tipo de revisión por su cuenta y no acuda al taller hasta que se haya cumplido el número de kilómetros establecido por el fabricante.
Cabe tener en cuenta que hoy en día los coches son mucho más seguros y fiables que hace unos años, y que la inmensa mayoría de ellos, siempre y cuando seas haga un uso responsable, no acaban dando muchos problemas. Eso no significa que por cuenta propia nos podamos realizar algún tipo de comprobación, especialmente si vemos que, aunque no aparezca ningún tipo de aviso en el panel de instrumentos, detectamos que algo no acaba de ir como debería.
El filtro de aire es muy importante para el motor de un coche, y cambiarlo tiene un coste muy bajo
Ejemplo de ello es el filtro de aire, un componente que es imprescindible para el buen funcionamiento del motor, entre otras cosas porque es el filtro que impide que entren impurezas dentro de éste a través del combustible.
Tanto los fabricantes como los expertos en mecánicas aseguran que lo ideal es hacer un cambio de filtro de aire cada 15.000 km, teniendo en cuenta eso así que, esta cifra puede variar dependiendo de ciertas condiciones climáticas, donde el filtro de aire trabaja quizás por encima de lo recomendable y por lo tanto es necesario cambiarlo antes.
Algunas de las pistas que el coche nos da sobre la idoneidad de cambiar el filtro de aire antes de que salte cualquier tipo de aviso en el panel de instrumentos es, por un lado, ver que el coche no tiene la potencia que debería tener y, por otro, que directamente veamos como en ciertos momentos el humo que sale el tubo de escape es de color negro, algo que evidentemente no es buena señal.
Los que tengan cierto interés en cambiarlo sin acudir a un taller deben saber que no es una operación precisamente difícil, sino que se trata simplemente de sacar el filtro, comprobar que la luz pasa a través de él y, en el caso de que no sea así, es el momento de cambiarlo. Eso sí, cabe tener en cuenta que este cambio en un taller suele tener un coste muy bajo, entre 8 y 20 €, por lo que tampoco es que sea una operación muy costosa.