Audi ha iniciado oficialmente el desarrollo del nuevo Q2 e-tron, un SUV compacto completamente eléctrico que llegará al mercado en 2027. Este modelo se posicionará como la opción de acceso dentro de la gama eléctrica de la marca, dirigido a un público que busca un vehículo urbano con el diseño, la tecnología y el refinamiento propios de Audi, pero en un formato más reducido y asequible. La estrategia responde a la necesidad de ampliar la oferta cero emisiones en el segmento B-SUV, uno de los que más crecimiento está experimentando en Europa.

Las primeras unidades de prueba ya están circulando en fase de desarrollo. Se trata de mulas que utilizan la base de un Volkswagen ID.3, adaptadas para validar componentes técnicos específicos del futuro Q2 e-tron. Estas unidades camufladas presentan modificaciones en la parte frontal, como un nuevo paragolpes y refuerzos estructurales visibles, lo que indica diferencias notables en la configuración del bastidor y del diseño definitivo. La parte trasera, sin embargo, mantiene una silueta similar a la del modelo que sirve de base, lo que sugiere una estrategia de desarrollo compartido dentro del grupo Volkswagen.

La plataforma técnica elegida será la denominada MEB Entry, una variante más compacta de la arquitectura eléctrica modular ya utilizada en modelos superiores. Esta base permitirá al Q2 e-tron ofrecer una carrocería elevada, con mayor altura libre al suelo, adaptada al uso mixto urbano y periurbano. Se espera también una suspensión afinada para ofrecer un equilibrio entre confort y agilidad, manteniendo el carácter dinámico que Audi imprime incluso en sus modelos más compactos.

Arquitectura compartida, identidad propia

Lo llamativo en este caso es que, aunque el Q2 e-tron comparte estructura con modelos de otras marcas del grupo, Audi aplicará su propia interpretación en términos de diseño, acabados y comportamiento. A nivel mecánico, todo apunta a que el modelo podría equipar un motor eléctrico de hasta 280 CV, derivado del nuevo propulsor del ID.3 GTX, lo que garantizaría unas prestaciones destacadas en su categoría. La autonomía prevista rondaría los 450 kilómetros en ciclo combinado, con sistemas de carga rápida que facilitarán el uso diario sin restricciones.

 

Por otro lado, todavía no se ha definido si habrá versiones de tracción total o si toda la gama se limitará a configuraciones de tracción delantera. Tampoco han trascendido detalles sobre el interior, aunque se espera un diseño alineado con el lenguaje visual de los últimos lanzamientos de Audi, con pantallas digitales de gran formato, materiales de calidad y una elevada carga tecnológica en conectividad y asistentes de conducción.

El Q2 e-tron completará así la base de la gama eléctrica de Audi, situándose por debajo del Q4 e-tron y reforzando la presencia de la marca en un segmento clave para la expansión del vehículo eléctrico. La combinación de tamaño contenido, prestaciones razonables y la imagen premium de Audi lo posiciona como una de las apuestas más relevantes del fabricante para la segunda mitad de la década.