Las constantes subidas de los precios de la gasolina y el diésel tienen muy preocupados a los conductores habituales. Unos aumentos en los costes para el consumidor final que se deben a varios factores. Uno de los más importantes es el nivel de extracción de crudo. A más extracción, más disponibilidad y precios más bajos. A menos extracción, mayor escasez y precios más altos. Y en esta ocasión, estamos en una época de recortes en la extracción y producción.
Hace ya varios meses que la OPEP+ redujo la extracción de crudo debido a la menor demanda de combustible después de la pandemia. Pero en los últimos meses el consumo se ha disparado, lo que ha elevado inevitablemente el precio de los combustibles. Y estas medidas está previsto que duren hasta finales de 2024.
Rusia, por su parte, ha anunciado una reducción voluntaria de 300.000 barriles al día que estará vigente hasta finales de diciembre. Solo producirán 9 millones de barriles al día hasta finales de 2023.
Arabia Saudí anuncia una nueva restricción en la extracción de crudo
Pero Rusia no es la única que ha reducido la extracción voluntariamente. Arabia Saudí, segundo máximo productor de combustible del planeta, sigue los mismos pasos. El país árabe ya puso en marcha una reducción de producción de un millón de barriles diarios hasta finales de año el pasado mes de julio y tenía previsto cerrarla en septiembre. No obstante, han decidido alargarla hasta finales de año. Cabe decir que estas medidas se han dejado abiertas a revisión cada mes, con la posibilidad de modificarlas en función de la situación del mercado.
En todos los casos se busca "fortalecer las medidas de precaución tomadas por los países de la OPEP+ para mantener la estabilidad y el equilibrio de los mercados petroleros". Pero lo cierto es que quien peor lo está pasando es el que necesita el coche cada día para ir a trabajar. Y es que, sea como sea, ello solo puede afectar negativamente a nuestros bolsillos, pues generará nuevas subidas en los precios del diésel y la gasolina cuando haya más demanda. Algo que inevitablemente ocurrirá en los puentes de octubre y diciembre que vienen por delante, o en las vacaciones de Navidad.