El mercado de los SUV híbridos está cada vez más reñido. Modelos como el Toyota RAV4, el Honda CR-V o el Subaru Forester dominan el segmento. Sin embargo, una leyenda del 4x4 regresa con fuerza. Hablamos del nuevo Jeep Cherokee, que llega totalmente renovado para demostrar que se puede combinar la practicidad de un todocamino con la esencia de un todoterreno de verdad.
El Jeep Cherokee siempre ha sido un nombre con peso en la historia del off-road. Durante décadas representó la robustez y la capacidad fuera de carretera. Con el paso de las generaciones se fue acercando más al concepto de SUV urbano, pero ahora da un giro. La sexta generación rompe con esa tendencia y recupera la filosofía original: un vehículo pensado desde el inicio para salir del asfalto.
214 CV y un comportamiento off road excelente
La clave está en la plataforma STLA Large. No es una base cualquiera, sino una arquitectura que Jeep ha adaptado para ofrecer un equilibrio entre confort en carretera y resistencia fuera de ella. Desde su desarrollo, se diseñó para montar de serie un sistema de tracción 4x4, algo que lo diferencia de muchos rivales que solo lo ofrecen en versiones superiores. Con esto, el Cherokee se convierte en un híbrido que no renuncia a su herencia todoterreno.
El motor también es nuevo. Se llama EP6 y es un bloque 1.6 Turbo de cuatro cilindros que trabaja junto a dos motores eléctricos y una batería de 1,03 kWh. La potencia combinada alcanza los 214 CV y el par motor llega a 312 Nm. Todo ello se gestiona mediante una transmisión CVT. No es un híbrido enchufable, pero sí un sistema eficiente que anuncia 800 km de autonomía y un consumo medio de solo 6,4 litros/100 km según el ciclo EPA.
En equipamiento tampoco se queda corto
En el apartado todoterreno, el sistema de tracción conectable cuenta con un diferencial central multidisco que reparte la fuerza entre ejes según las necesidades. Además, el conductor puede elegir entre varios programas del Select Terrain: Auto, Sport, Snow y Sand/Mud. De esta forma, el Cherokee se adapta tanto al asfalto como a terrenos complicados.
Las cifras refuerzan esa imagen. Con 20,3 cm de altura libre al suelo, neumáticos All-Season y unas cotas de 19,6º de ataque, 18,8º ventral y 29,4º de salida, se sitúa muy por encima de la mayoría de los SUV híbridos compactos. Cierto es que un Wrangler o un Grand Cherokee ofrecen aún mejores prestaciones, pero para el día a día y las escapadas al campo, el nuevo Cherokee es una propuesta difícil de igualar.