Aston Martin ha activado una transformación profunda en su área técnica bajo la batuta de Adrian Newey. La llegada del reconocido ingeniero británico en marzo no ha sido un gesto simbólico, sino el inicio de una estrategia ambiciosa que ya empieza a tomar forma. El equipo trabaja para reforzar las áreas críticas que han lastrado su rendimiento reciente, con un objetivo claro: entregar a Fernando Alonso un monoplaza verdaderamente competitivo de cara a la próxima temporada.

El fichaje más reciente es el de Giles Wood como nuevo responsable de simulación y modelado de vehículos. Su incorporación responde a una necesidad técnica evidente: mejorar la correlación entre los datos del simulador y el comportamiento real del coche en pista. Esta área ha sido una de las más deficitarias para Aston Martin en los últimos años, y su optimización es esencial para reducir la distancia frente a los equipos punteros.

Junto a Wood, también se ha incorporado Jack Vino como jefe de aerodinámica. Su experiencia en estructuras de primer nivel y su enfoque analítico permiten abordar los problemas de flujo y equilibrio que ha mostrado el AMR24. Estas dos incorporaciones, de la mano de Newey, permiten anticipar una evolución profunda tanto en el concepto como en la ejecución del próximo monoplaza.

Un coche preparado para pelear por objetivos mayores

En este sentido, las decisiones técnicas tomadas en las últimas semanas apuntan a que el modelo de 2026 será concebido bajo una nueva lógica. Newey no solo aporta su prestigio, sino una capacidad contrastada para identificar áreas críticas y reestructurarlas de forma eficaz. La mejora en el uso del simulador permitirá acelerar la fase de desarrollo, con un mayor margen de respuesta ante problemas detectados en los entrenamientos libres o durante la temporada.

Adrian Newey Aston Martin Mónaco
Adrian Newey Aston Martin Mónaco

Llama especialmente la atención que estos movimientos se produzcan antes de la introducción del nuevo reglamento técnico. Aston Martin busca anticiparse, sentar las bases de un coche que no solo cumpla con las nuevas normativas, sino que esté preparado para competir al más alto nivel desde el inicio. El papel de Fernando Alonso como pieza central del proyecto se refuerza, al rodearle de una estructura técnica diseñada para maximizar su rendimiento.

Por otro lado, la integración de perfiles como Vino y Wood supone un paso adelante en la profesionalización interna del equipo, dotando a la escudería de herramientas más precisas y eficaces. En conjunto, estos fichajes no son simples refuerzos: forman parte de un rediseño completo que aspira a situar a Aston Martin en una posición real de lucha por podios y victorias.

La estructura técnica que se está consolidando tiene el potencial de ofrecer a Alonso el monoplaza que durante años ha estado persiguiendo. Si el plan se ejecuta con la precisión que caracteriza a Newey, Aston Martin podría emerger como uno de los contendientes más sólidos de la próxima era de la Fórmula 1.