Tan solo hace falta acercarse a cualquier concesionario, especialmente a los de marcas premium, para darse cuenta del enorme salto en cuanto a tecnología que se ha dado en los coches en los últimos años.

Y es que, si bien es cierto que hace a un tiempo que la tecnología ha ayudado a hacer de los coches vehículos mucho más seguros, en los últimos tiempos una nueva tecnología está empezando a ganar mucha fuerza: la conducción autónoma.

Es más que evidente que aún faltan muchos años para que los coches se acaban conduciendo solos, pero el hecho de que ya hoy en día se esté realizando pruebas con esta tecnología y que marcas como Tesla con su Autopilot así cómo otras con sistemas parecidos estén trabajando en ellos evidencia que el futuro en este sentido no está tan lejos.

El futuro de la conducción pasa por la conducción autónoma

Es más, fue el propio Elon Musk el que quiso, de cara al lanzamiento de un modelo de Tesla que se situará un escalón por debajo del Model 3 y que estará pensado para, entre otras cosas, hacer de taxi autónomo, ponerlo en el mercado directamente sin volante. Finalmente en Tesla no optarán por ello, aunque fabricarán el coche de tal manera que sí que se pueda prescindir del volante en el futuro.

 

Eso lleva a pensar que la conducción autónoma está más cerca de lo que muchos piensan, por lo que no sería de extrañar que en las dos o tres generaciones que vienen algunos ya no tengan la necesidad de sacarse el carnet de conducir.

En cuanto a los seguros, al no haber un conductor humano en los futuros coches con conducción autónoma, no tiene ningún sentido contar con un seguro a cargo de propietario del coche, sino que serán las propias marcas las que se encarguen de asegurar a sus modelos ya que serán sus sistemas operativos los que se encargarán de hacerlos circular.

Así, al contrario de lo que se pensaba hace unas décadas, los coches del futuro no serán voladores, sino coches sin volante que se conducirán solos y en los que los humanos serán meros pasajeros que indicarán el destino.