La actual propuesta del Nissan Qashqai introduce un argumento de peso en el competido segmento de los SUV compactos: una garantía extendida de hasta 10 años o 200.000 kilómetros. Esta medida, que se activa al mantener el vehículo en la red oficial de servicios de la marca, convierte al Qashqai en una de las opciones más seguras a largo plazo del mercado. Frente a rivales como Toyota, que también dispone de programas de garantía prolongada, Nissan plantea un enfoque directo, accesible y claramente orientado a generar confianza en el uso prolongado del vehículo.

El programa Nissan+ permite extender la garantía más allá de los tres años de cobertura inicial. A partir del cuarto año, y de forma renovable anualmente hasta cumplir una década o alcanzar los 200.000 kilómetros, el Qashqai conserva la protección sobre los principales componentes mecánicos sin necesidad de adquirir servicios adicionales o paquetes específicos. Esta política no solo añade valor práctico, sino que refuerza la imagen de durabilidad del modelo en un contexto donde la fiabilidad es clave para decidir una compra.

 

El modelo parte desde los 25.900 euros en su versión básica, lo que coloca al Qashqai en una posición competitiva en relación con sus principales adversarios. A este precio se suma, durante el mes vigente, la inclusión de un seguro a todo riesgo durante el primer año, ampliando los argumentos de coste total de propiedad más allá del mero importe de adquisición.

Garantía como herramienta de posicionamiento frente a Toyota

Llama especialmente la atención que la estrategia de Nissan no se base en descuentos agresivos o fórmulas financieras complejas, sino en una propuesta estructurada sobre tres pilares: garantía, eficiencia mecánica y equilibrio de precio. Frente al respaldo postventa de Toyota, que puede alcanzar los 15 años o 250.000 kilómetros en condiciones concretas, Nissan opta por un modelo de fidelización más lineal, sin exigencias añadidas más allá del mantenimiento oficial.

 

El Qashqai ofrece motorizaciones híbridas ligeras de 140 y 160 CV, con tracción delantera o total, además de una versión e-Power de 190 CV que emplea un sistema de propulsión exclusivo en el que las ruedas siempre son impulsadas por el motor eléctrico. Esta variedad técnica complementa el valor añadido de la garantía, posicionando al modelo como una alternativa con argumentos sólidos tanto en tecnología como en tranquilidad a largo plazo.

En este sentido, la propuesta de Nissan se convierte en uno de los movimientos más consistentes del mercado actual. La extensión de garantía no solo transmite confianza, sino que establece un marco claro y duradero para quienes priorizan el uso prolongado y el control de costes. Frente a modelos como el Toyota C-HR o el Corolla Cross, el Qashqai encuentra un espacio propio al reforzar su competitividad con una cobertura que responde a las preocupaciones reales del usuario.