No se gana dinero, el sentimiento de perder el tiempo es inmenso, el volumen de contratación es bajo, bajísimo, pero, joé, a veces merece estar en el mercado en días como hoy. Si el Ibex apenas mejoró o se quedó como estaba ayer, no era importante. Siempre se recomienda hacer los experimentos con gaseosa.

Ése fue el caso. Hoy, Turquía ha amenazado con suspender el acuerdo migratorio con la UE si en octubre no se eliminan los visados para los ciudadanos turcos, cada día más sobrecargados con requerimientos nacionalistas e islámicos. Ésta es una prueba de fuego para la UE y Alemania.

Segundo punto, y aprovechen las vacaciones. El Bundesbank ha propuesto que la edad de jubilación se eleve a los 69 años. Tomen nota porque atendiendo a las dinámicas de la población y la jubilación vamos por ahí. Campanada estructural.

El resto fue casi anecdótico. El  petróleo subió un 1,08%, hasta 44,97 dólares, siguiendo la evolución alcista del crudo, que no favorece a Europa. El euro rozó en compensación los 1,20 dólares porque, al final, todo se va a resolver probablemente con las divisas. Es decir, aquellas que permitan complementar avances del PIB sostenidos por el consumo interno con mejoras en las exportaciones lograrán la misma admiración que un Usain Bolt aunque no haya logrado batir el récord de los 100 metros lisos. Pero, qué demonios, es un puntazo. Es medalla de oro.

Para sopesar todas estas historias hacen falta jornadas como la de hoy. Para saber en frío (es un decir) por dónde van a venir los tiros.