El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha cesado el jefe de la Dirección de Protección del Estado, Serguéi Rud, después de anunciarse este martes la detención de dos coroneles de esta estructura que ofrece protección a los dirigentes ucranianos por su implicación en un plan ruso asesinar al jefe del Estado.

Zelenski ha oficializado esta decisión con un decreto publicado a la página web de la presidencia por el cual "se cesa Serguí Leonidovich Rud del lugar de jefe de la Dirección de Protección del Estado de Ucrania". El jefe del Estado no ha especificado los motivos del cese.

El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) anunció el martes pasado que había desbaratado un plan del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) para asesinar Zelenski, los jefes de la inteligencia militar de Kyiv, Kiril Budanov, y del mismo SBU, Vasil Maliuk, y otros altos cargos del Estado ucraniano.

Según el SBU, uno de los dos coroneles ucranianos detenidos por su implicación al complot había trasladado a Kyiv municiones y un dron que sería utilizado para llevar a cabo los planes del grupo. Los dos están acusados de pasar, a cambio de dinero, información al FSB ruso para llevar a cabo atentados contra Zelenski y otros dirigentes ucranianos.

Según el mismo Zelenski y sus servicios secretos, Rusia ha intentado asesinar al presidente ucraniano varias veces desde el comienzo de su invasión a gran escala de Ucrania.

Los espías cogen protagonismo

La guerra de los espías está más viva que nunca. Este martes, Ucrania acabó con el enésimo complot ruso por matar al presidente ucraniano, que recientemente ha dicho que ha sufrido cerca de 10 intentos rusos por poner fin a su vida. En este caso, el Kremlin había conseguido infiltrarse mucho dentro de las estructuras de seguridad de Zelenski. Dos de los detenidos, que ya han admitido la traición, eran coroneles de la unidad que tiene asignada la defensa del presidente.

Tal y como destaca El Mundo, las actividades de la red de conspiradores "eran supervisadas por el FSB (servicio secreto ruso, sucesor del KGB) desde Moscú". Además, según una nota publicada por el servicio de seguridad ucraniano, "el enemigo estaba desarrollando activamente planes para eliminar al presidente. Una de las tareas de la red de agentes del FSB era buscar ejecutores entre los militares próximos a los guardias de Zelenski para convencerlos de completar la misión".

El plan de los conspiradores era el siguiente, según han reconocido ellos mismos: primero el agente reclutado tenía que observar el movimiento de Zelenski fuera de la capital, Kyiv, y transmitir información en Moscú, insiste el mismo rotativo. A las coordenadas donde se suponía que se encontraba el líder ucraniano se lanzaría un ataque con misiles. Después, un dron se encargaría de los supervivientes. Por si no fuera suficiente, el complot planeaba el bombardeo con un segundo misil, incluso para destruir los restos del dron".