La extrema derecha ha irrumpido en Bruselas. Trescientos radicales han aparecido este domingo en la plaza de la Bolsa con el puño alzado y pisando las flores que homenajeaban a las víctimas de los atentados del pasado 22 de marzo. En la zona había concentradas otros centenares de personas, sobre todo de asociaciones musulmanas belgas, que a pesar de las advertencias del ministerio del Interior belga y la desconvocatoria de la Marcha contra el Miedo se habían acercado para mostrar su rechazo a la violencia.

Aunque los allí concentrados han regañado a los cabezas rapadas y les han instado a marcharse con cánticos de "Bruselas es antifascista", ha tenido que ser la policía belga quien los protegiera, después de verse rodeados. Varias furgonetas policiales han intervenido y finalmente se ha optado por las mangueras de agua para desalojar a los radicales. 

Según explica la BBC, la intervención de la policía ha sido clave para evitar un mal mayor. El punto de inflexión ha sido cuando un grupo se ha encarado con las mujeres musulmanas de la plaza y han empezado a corear y hacer saludos nazi.

Al final, una decena de estos ultras, seguidores de diferentes clubes de fútbol belgas y que se habían reunido previamente en Vilvorde, han sido detenidos. De entrada, se les acusa de haberse cargado mobiliario urbano y de haber lanzado bengalas contra las fuerzas de seguridad.