La vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, sufrió un accidente de coche el lunes por la mañana, cuando el vehículo SUV en el que viajaba, conducido por un agente de los servicios secretos, chocó contra la acera dentro de un pequeño túnel en Washington, según informa The Washington Post. A consecuencia del impacto, se pinchó uno de los neumáticos del vehículo, lo que obligó a parar la caravana de seguridad que acompañaba a Harris. A pesar del choque, la vicepresidenta resultó ilesa. Pero el incidente ha provocado una polémica sobre la actuación de los servicios secretos.

El problema creció cuando en la red aparecieron imágenes de los vehículos de la caravana de la vicepresidenta parados y con las luces de alerta encendidas.

Los agentes optaron por que Harris siguiera el recorrido en otro vehículo de la comitiva para acabar el recorrido hasta la Casa Blanca. Y después alertaron internamente del retraso del trayecto, con el mensaje de que se había producido "un fallo mecánico" en el vehículo principal a las 10:20 horas, en Foggy Bottom, sin ninguna otra explicación.

Lo que pasó y la forma como reaccionó el servicio secreto han abierto una polémica en Estados Unidos. Algunos agentes se han quejado al director de los servicios secretos, Kim Cheatle, de que la información que recibieron desde el lugar de los hechos "no transmitía con precisión lo que sucedió".

El portavoz de los servicios Secretos, Anthony Guglielmi, ha explicado que el conductor del vehículo corrigió una maniobra en exceso dentro del túnel, lo que provocó el accidente. Pero ha insistido en que Harris resultó ilesa y fue trasladada sin ningún peligro a la Casa Blanca. "Durante un movimiento de protección lunes, un vehículo en una caravana hizo una pequeña sobrecorrección e impactó contra un arcén", insistió. "La persona protegida fue trasladada a un vehículo secundario y la caravana continuó hasta su destino. No ha habido heridos", ha resumido.

Según el portavoz, los agentes no compartieron inicialmente los detalles completos de lo que causó el problema, en la alerta formal por escrito, pero más tarde sí informaron personalmente a sus superiores.