La Unión Europea ha dejado sin barcos la operación naval Sophia de lucha contra el tráfico de inmigrantes y prevención de muertos en el Mediterráneo. Según ha confirmado la portavoz del Servicio de Acción Exterior de la UE, los estados miembros han decidido extender el mandato de esta misión militar sin embargo "suspendiendo temporalmente" sus efectivos navales por el desacuerdo sobre "el desembarque" de personas rescatadas en el mar.

Si bien estas embarcaciones de la UE no tienen como objetivo rescatar personas en el mar, están obligadas a hacerlo si las encuentran por el derecho marítimo internacional. "Es una operación marítima y claro está que sin barcos que no podrá implementar de manera efectiva su mandato", ha reconocido la portavoz de exteriores.

Así, la misión continuará con "el resto" de actuaciones que hacía hasta ahora como el entrenamiento de los guardacostas libios o actividades aéreas de control.

Se trata de una decisión a nivel "político" entre los estados miembros y ahora estos lo tendrán que formalizar antes de final de mes para que entre en vigor.