El trumpista Mike Johnson será el nuevo presidente de la cámara baja de EE.UU. tras un mes caótico, a raíz de la destitución de su antecesor, el también republicano Kevin McCarthy. La elección se ha producido este miércoles después de que el Partido Republicano haya superado su división, que ha provocado el caos parlamentario durante las últimas semanas —en las cuales Steve Scalise, Jim Jordan y Tom Emmer habían intentado acceder al cargo, sin éxito. Ahora sí, Johnson ha conseguido la posición de speaker en el primer intento y la institución ya puede volver al trabajo para analizar proyectos como nuevos paquetes de ayuda militar en Israel y Ucrania.

En la Cámara de Representantes, los republicanos tienen una ajustada mayoría de 221 escaños delante de los 212 de los demócratas. Eso los obliga a contar con el apoyo de prácticamente todos a sus miembros en el hemiciclo, una cosa que no tuvieron ni McCarthy, ni Scalise, ni Jordan, ni Emmer. Este miércoles han asistido 429 de los legisladores, de manera que a Johnson le bastaban 215 votos. Sin embargo, ha conseguido 220 —sin oposición. Su rival demócrata, Hakeem Jeffries, solo ha conseguido el apoyo de 209 legisladores.

Johnson, el cuarto candidato republicano

La candidatura de Johnson se confirmó a última hora de este martes, después de que el anterior aspirante, Tom Emmer, desistiera horas después de ser designado por su partido porque constató que no tendría los apoyos necesarios. La cosa es que Emmer no contó con el apoyo público de Donald Trump, que le reprochó "estar totalmente fuera de contacto con los votantes republicanos" y ser un republicano solo de nombre. En cambio, Johnson es aliado del expresidente norteamericano y es uno de los legisladores republicanos que intentaron anular la victoria del demócrata Joe Biden a las elecciones presidenciales del 2020.

Johnson es el cuarto candidato republicano a ocupar el cargo de speaker desde el 3 de octubre, cuando los trumpistas traicionaron a McCarthy por concesiones a los demócratas y lo destituyeron como presidente de la Cámara de Representantes. El partido escogió a su "número dos" en la institución, Steve Scalise, pero se retiró antes de la votación porque vio que no tendría los apoyos necesarios. El presidente del Comité Judicial de la cámara, Jim Jordan, lo sucedió como aspirante. ¿El problema? Que fue boicoteado por una veintena de sus compañeros, que se negaban a dar apoyo a un miembro del ala más dura de la formación —crítico con la ayuda en Ucrania y ferviente opositor al aborto. Después fue el turno del mencionado Emmer, que hizo como Scalise y renunció a la votación por no haber recibido el apoyo de Trump.

Trumpista, evangélico y ultraconservador

Representante por Luisiana y de 51 años, Johnson es trumpista, evangélico y ultraconservador. Se define en su página web como un abogado "que ha dedicado su vida y su carrera a luchar por las libertades fundamentales y los valores tradicionales". Según los demócratas, fue "el arquitecto" de la "gran mentira" de Trump: ayudó a difundir teorías de la conspiración electoral y lideró el intento de anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020. De hecho, hace ser integrante del equipo legal del expresidente cuando fue sometido al proceso político de destitución o impeachment.

Sin embargo, los republicanos más moderados en la Cámara de Representantes no han visto ahora ningún problema con su extremismo como sí que habían visto con Jordan. A diferencia de Emmer, tampoco ha recibido a las críticas de Trump que habrían disuadido a los republicanos más radicales. En cambio, el portavoz de los demócratas, Marco Frieri, ha mostrado su preocupación porque Johnson podría ser el líder más "MAGA" que haya tenido nunca la cámara —en referencia a Make America Great Again, el eslogan de campaña y de la presidencia de Trump.

En su primera declaración en Twitter como speaker de la cámara baja, Johnson ha dejado claras sus intenciones: "Impulsaremos una agenda política conservadora integral, combatiremos las políticas perjudiciales de la Administración Biden y daremos apoyo a nuestros aliados en el exterior. Y devolveremos el juicio a un gobierno que la necesita desesperadamente. Volvemos al trabajo". Así, el primer proyecto de ley que impulsará será a favor de Israel, pero la gestión de la frontera con México y el tráfico de fentanilo son otras de sus prioridades. En el aire queda la ayuda a Ucrania, uno de los motivos por los cuales McCarthy fue destituido.

El presidente de EE.UU., Joe Biden, ya ha reaccionado a la elección de Johnson y ha negado estar preocupado por su nombramiento. Concretamente, los periodistas le han preguntado por si le preocupaba la posibilidad de que le bloqueara en el Congreso la ratificación de una eventual reelección a las elecciones del próximo año: "No, porque no puede". "Sé cómo funciona la Constitución", ha sentenciado.