Por primera vez en mucho tiempo, el ya presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, ha pronunciado un discurso conciliador. "Seré presidente para todos los americanos. Es muy importante para mí", ha asegurado Donald Trump, que ha añadido que lo será tanto para los republicanos, como para los demócratas, como para los independientes. Trump ha asegurado que la suya no era "una campaña sino un movimiento formado por millones de personas, americanos de todas las razas, religiones y orígenes".


Con respecto a las relaciones internacionales, Trump ha asegurado que espera "tener buenas relaciones con aquellos países que estén dispuestos a llevarse bien con nosotros". La política exterior de Trump es lo que más se teme fuera de los Estados Unidos. El republicano ha asegurado varias veces que está en contra los tratados de libre comercio como el TTIP y que quiere renegociar el NAFTA, el tratado con Canadá y México. Además, ha manifestado varias veces que quiere construir un muro en la frontera con México para acabar con la entrada de inmigrante, y ha mostrado acercamiento al presidente ruso Vàdimir Putin.

Trump, también ha asegurado que espera dar a los americanos todas los oportunidades para que nadie se quede atrás y que trabajarán juntos para ocuparse de la tarea urgente de reconstruir "nuestra nación y de renovar el sueño americano".