La carrera por la Casa Blanca continúa sin pausa. Esta madrugada, el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton se han vuelto a imponer a los Estados Unidos en una nueva jornada de primarias. El primero lo ha hecho en los cinco estados que votaban hoy para repartir un total de 118 delegados. Ganó a Maryland, Pensilvania, Rhode Island, Delaware y Connecticut. La segunda en cuatro de cinco, todos menos Rhode Island, donde ha vencido su rival Bernie Sanders.

"Con respecto a mí, eso ya se ha acabado" porque esta victoria "ha sido mayor de lo que esperaba", ha expuesto satisfecho un Trump convencido de que será el candidato republicano para las próximas elecciones presidenciales de este noviembre, cuando todavía quedan 10 estados por votar, muchos de ellos poco favorables a su candidatura, como Nebraska, Montana y Dakota del Sur. 

Todo esto después de que hace dos días, sus contrincantes republicanos anunciaran un pacto para evitar que el magnant norteamericano alcanzara a los delegados necesarios para asegurarse el triunfo. Trump tiene que conseguir un mínimo de 1.237 delegados para evitar que cualquiera de sus rivales le coja la candidatura. Por eso pidió a sus rivales que se retiren porque "no tienen ninguna opción de victoria".

El magnate republicano también se ha mostrado convencido de que "será más fácil derrotar Clinton que algunos de los que ya he ganado".

Por el lado demócrata, Clinton alcanzó un póquer conquistando cuatro de los cinco estados donde se votaban las primarias esta madrugada. La demócrata ha reiterado su mítica frase ya habitual por su derrota en Rhode Island, poniendo de manifiesto que "tanto si dan apoyo al senador Sanders, como yo, hay mucho más que nos une, de lo que nos divide" porque "este equipo está construyendo una cosa especial".

"Los americanos están hambrientos de soluciones", ha puesto de manifiesto en su cuenta de Twitter, donde ha añadido que "no quieren sólo que diagnosticamos los problemas, sino que los solucionamos" que, ha subrayado, "es de lo que trata nuestra campaña ".

Clinton necesita a 2.383 delegados para imponerse en la candidatura demócrata y hasta ahora cuenta con más de 1.500, delante de los 1.200 de Sanders.