Ya es oficial. Donald Trump ha ganado el nombramiento de la candidatura republicana a la presidencia de la Casa Blanca durante la segunda jornada de la Convención Nacional Republicana en Cleveland. Trump, contento y animado, agradeció la elección a sus delegados al cabo de pocos minutos en un mensaje en Twitter -ya que no estaba presente durante la votación-, donde exponía que "es un gran honor ser el nominado republicano a presidente de los Estados Unidos" y prometía "trabajar duro" y no "decepcionar" nunca.

Trump superó los 1.237 votos que necesitaba -consiguió 1.725- para establecerse como el candidato republicano, y después de escribir este mensaje en las redes, habló a través de una videoconferencia ante la multitud presente en la convención que disfrutaba de un ambiente festivo y animado y no dejaban de entonar "¡Trump!, ¡Trump!, ¡Trump!".

"Hoy ha sido un día muy, muy especial, y nunca lo olvidaré", subrayó, al mismo tiempo que añadía que "ganaremos la presidencia y cambiaremos las cosas de verdad". El jueves tendrá que pronunciar el típico "yo acepto" que verbalizan aquellos que han sido elegidos candidatos a la presidencia de los EE.UU., como ya hizo a su antecesor Ronald Reagan en 1980 al ser escogido candidato republicano.

Un movimiento

Fue el hijo del candidato republicano, Donald Trump Jr., el encargado de leer la designación de los delegados neoyorquinos, donde -emocionado- aseguró que "eso ya no es una campaña, es un movimiento". Acto seguido, sonaba el New York, New York de Frank Sinatra, que simbolizaba la victoria del magnate en este estado.

De los 2.472 delegados con derecho al voto, Trump arrastró hacia su terreno 1.725, un 69,8% del total, delante del 30,2% que no lo escogieron. Se trata del porcentaje de delegados en contra más alto desde 1976, cuando Gerald Ford se impuso a Reagan, aunque este sigue siendo un resultado exitoso -y casi impensable hace unos meses- para el candidato republicano.