Santiago Abascal, el líder de Vox, ha debutado en una de las convenciones más importante de la extrema derecha de los Estados Unidos (EE.UU.) y el mundo: la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, por sus siglas en inglés). Abascal había asistido anteriormente, pero esta vez ha sido invitado para participar, dando un discurso de poco más de 10 minutos. Un poco más ha durado su encuentro con Donald Trump, expresidente estadounidense y posible futuro candidato a la Casa Blanca. Los dos líderes de extrema derecha se han encontrado durante 15 minutos, en los cuales se han intercambiado ánimos y elogios. Desde el escenario, Trump le ha dedicado un buen augurio al líder de Vox. "Han progresado mucho y será el número dos y el número uno muy pronto. Parece que eso es lo que estoy leyendo.", ha afirmado, aunque ha añadido: "Hay mucha fake new así que no nos lo podemos creer todo".

De hecho, es difícil apuntar donde habrá leído Trump estos buenos augurios para Vox, porque elección tras elección, la formación de Abascal ha ido perdiendo bastante. Por ejemplo, en los últimos comicios generales de 2023 solo se hicieron con el 12,38% de los votos, 33 escaños, 19 menos que en el 2019.

Abascal importa el eslogan: "Make America Great Again"

En su discurso en la CPAC, Abascal se tomó la libertad de robar o tomar prestado el eslogan que más ha marcado la política estadounidense los últimos años: "Make America Great Again (MAGA)". "Trabajamos para hacer a España grande de nuevo, como cada uno de los invitados internacionales de este congreso que trabajan para fortalecer y defender sus naciones y su propia soberanía", ha afirmado Abascal, adaptar el eslogan que empuñó Trump a las elecciones del 2016. Sin embargo, el mismo Trump robó este eslogan a otro presidente republicano. En las elecciones de 1980, Ronald Reagan se presentó con el eslogan: "Let's make America greta again".

Trump sigue arrasando a las primarias: Nueva victoria en Carolina del Sur

Por otra parte, Trump ha ganado las primarias del Partido Republicano en Carolina del Sur, cosa que lo pone cada vez más cerca que su partido lo declaráis vuestro candidato oficial para las elecciones presidenciales de noviembre. A pesar de esta nueva derrota en su estado natal, Nikki Haley, única rival a las primarias republicanas, no quiere tener la toalla. "Soy una mujer de palabra. No abandonaré esta pelea cuando una mayoría de americanos desaprueba tanto Donald Trump como Joe Biden," ha afirmado ante sus seguidores. "En los próximos diez días, 21 estados y territorios hablarán. Tienen derecho a tener opciones de verdad, no una elección de estilo soviético con un solo candidato. Y es mi obligación darles esta opción", ha concluido.