Marci Shore, Timothy Snyder y Jason Stanley, los tres profesores de la Universidad Yale y expertos en autoritarismo, han decidido marcharse de Estados Unidos hacia Canadá, debido al "retroceso democrático" en el que está inmerso el país desde que Trump ha vuelto a ocupar la Casa Blanca. Según han explicado en un vídeo publicado por The New York Times, "ignorar o minimizar los ataques contra el Estado de derecho, los tribunales y las universidades está provocando problemas a nuestra democracia". Los tres han decidido incorporarse a la Universidad de Toronto, en Canadá.

Denuncian un "retroceso democrático"

En un vídeo de opinión donde aparecen los tres profesores, Marci Shore, Timothy Snyder y Jason Stanley, han explicado por qué Estados Unidos es especialmente vulnerable a un retroceso democrático, y por qué se están marchando de Estados Unidos para ocupar cargos en la Universidad de Toronto. Los profesores ponen como ejemplo algunas de las acciones que Trump está llevando a cabo, como que algunos residentes legales de Estados Unidos sean enviados a cárceles extranjeras sin el proceso adecuado, que haya estudiantes detenidos después de expresar sus opiniones o que jueces federales estén amenazados con un proceso de destitución por dictaminar en contra de las prioridades de la administración.

El profesor Stanley explica que abandona Estados Unidos como acto de protesta contra los ataques de la administración Trump a las libertades civiles. "Quiero que los estadounidenses se den cuenta de que esta es una emergencia democrática", dice. Por su parte, la profesora Shore, quien ha dedicado dos décadas a escribir sobre la historia del autoritarismo en la Europa central y del este, se marcha porque considera que viven una fuerte regresión de la democracia estadounidense. "Somos como la gente del Titanic diciendo que nuestro barco no se puede hundir", señala. "Y lo que sabes como historiador es que no existe ningún barco que no se pueda hundir", añade.

Los planes del profesor Snyder pasan por enseñar en una gran universidad pública de Toronto. Un lugar que, según él, puede albergar conversaciones sobre libertad. No obstante, también comparte las preocupaciones expresadas por sus compañeros y el miedo a que este tipo de conversaciones sean cada vez más difíciles de tener en Estados Unidos. "No dejé Yale por Donald Trump, ni por Columbia, ni por las amenazas a Yale, pero sería razonable hacerlo, y es una decisión que la gente tomará", escribió en un artículo del Yale Daily News explicando su decisión de marcharse.

Trump contra las universidades

Desde que Trump ha regresado al poder, se ha desarrollado una pugna entre la administración de Estados Unidos y las universidades del país, sobre todo con la Universidad Harvard. Tras varios meses de tensiones y amenazas, el mandatario republicano ha cumplido sus amenazas y cortó, el pasado 6 de mayo, todas las subvenciones al centro, entre acusaciones de "haberse burlado del sistema de educación superior" y de incumplir sus "obligaciones legales" y sus "deberes éticos".

Malas notas de Trump

Los profesores de las universidades no son los únicos que alertan de la gestión de la administración Trump. Desde que este volvió a la presidencia de Estados Unidos, ha revolucionado el gallinero con algunas de sus propuestas más sonadas, ya sea en materia de inmigración, de aranceles o de defensa. Por ello, el pasado 30 de abril, cuando se cumplían cien días del nuevo gobierno republicano, las encuestas de los medios de comunicación más importantes del país dieron un rotundo suspenso a Trump. De hecho, ha obtenido el peor registro de aprobación para un presidente de Estados Unidos en sus primeros cien días de mandato desde hace como mínimo siete décadas, cuando Dwight Eisenhower llegó a la Casa Blanca en 1953, que es desde que existen datos comparables.