El clan familiar más destacado de la extrema derecha europea ha brillado por su radicalismo y sus disputas familiares. Las tensiones entre Marine Le Pen y Jean-Marie Le Pen, su padre y fundador del partido que lidera, han sido públicas y repetidas a lo largo de los años. Ahora, sin embargo, se suma otro miembro de la familia: Marion Maréchal, sobrina de Marine y nieta de Jean-Marie. La relación entre la sobrina y la tía es difícil. Tensiones familiares e ideológicos se enredan entre las dos, hecho que ha llevado a Maréchal a no dar apoyo a la candidatura de su tía en las elecciones presidenciales francés, que se celebrarán este año. No solo se niega a posicionar al lado de Le Pen, sino que estudia unirse a la campaña de su rival, el también ultraderechista, Eric Zemmour.

Marine Le Pen ha declarado que esta situación familiar "es brutal, violenta, difícil para mí", según informa El Español. Pero el ademán triste de la dirigente del partido de extrema derecha no convence a todo el mundo, en especial en Marione. Su sobrina ha asegurado que "no quiere reabrir fracturas familiares". Quizás ella no quiere indagar más el impactante hecho de que se pasa a la competencia, pero hay antiguos fieles de Le Pen que no dudan al poner el dedo a la llaga. "Lágrimas de cocodrilo, el numerito de Calimero de Marine Le Pen no hará olvidar que ha purgado el 75% de los consejeros regionales y eliminado a todo el mundo que dio un beso a Marion", ha afrimado Antonie Millie, antiguo fiel de Le Pen que ya ha hecho al salto al lado de Zemmour.

Maréchal y Millie no son los únicos que se están acercando a la órbita de Zemmour. Desde la irrupción de este político en el campo de la extrema derecha francesa, Le Pen ha visto peligrar su monopolio del sector. Le Pen figuraba entre las preferidas en las quinielas electorales para estas presidenciales, pero desde que le ha salido competencia en campo propio ha bajado entre un 14-18% en las encuestas. En este contexto, el hecho de que Marion abandone al clan familiar y se pase al principal rival, puede estropear profundamente en Le Pen en las encuestas.

Además de las diferencias familiares, las dos tienen dos visiones diferentes de la extrema derecha. Cada una encarna una de las corrientes principales de la ultraderecha europea. Por una parte, Marine, apostando por el populismo, recuperando lemas como "ni de izquierdas ni de derechas" y rechazando el conservadurismo por rancio. Por otra parte, Marion, es de la corriente identitaria, reaccionaría y ultraconservadora de la extrema derecha.

Al lado de un condenado

Marion desprecia la extrema derecha que representan su abuelo y su tía. La nueva generación de los Le Pen debe su carrera política a sus antepasados, pero Merchál quiere entrar en el club de la extrema derecha más conservadora y tradicionalista. Se considera "católica solar" y cree en la teoría conspiranoica de la gran sustitución, según la cual los migrantes quieren sustituir a los franceses blancos. Identitaria y reaccionaría, se ha alineado con Eric Zemmour, la nueva sensación de la ultraderecha francesa, condenado en repetidas ocasiones por delitos de odio.

El pasado 18 de enero, Zemmour recibió su tercera condena por incitación al odio racial. El Tribunal Correccional de París le ha impuesto una multa de 10.000 euros. Todo por unas declaraciones que hizo al programa de televisión que hasta finales de 2020 tenía en la cadena de información CNews. Zemmour declaró: "Es una condena ideológica y estúpida".