El XX congreso del Partido Comunista de China ha dado su pistoletazo de salida el pasado domingo y durará una semana. La abertura del congreso fue a cargo de Xi Jinping, el presidente chino, quien encontró un escenario perfecto para mostrar músculo ante su partido. En su largo discurso volvió a apuntar a Taiwán, afirmado que no descarado la vía militar para reunificar el territorio. La amenaza de Xi no ha pasado desapercibida y la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, ha rechazado de raíz la iniciativa violenta de Pekín y ha reiterado que se trata de un país "democrático y soberano".

"El equipo de seguridad nacional de la presidenta Tsai Ing-wen está vigilando atentamente el XX congreso del Partido Comunista Chino (PCX)", ha explicado al portavoz presidencial, Xavier Chang. Chang ha declarado que los taiwaneses "rechazan claramente el modelo 'Un país, dos sistemas'" que aplicaría Pekín en caso de reunificación. "El consenso entre los taiwaneses es que no se pueden hacer cesiones a la soberanía territorial, la independencia y la democracia y que el conflicto militar no es una opción para ninguno de los bandos", ha expuesto al portavoz, según recopilación Efe.

La relación entre Taipéi y Pekín siempre ha sido complicada, pero la visita de Nancy Pelosi en verano hizo saltar las alarmas. Se trataba de un movimiento que acercaba los Estados y Taiwán, un movimiento muy peligroso para China. Desde entonces, el belicismo de Pekín ha ido en aumento en torno a la isla.

Los ojos sobre el XX congreso del Partido Comunista

Taiwán no ha sido el único protagonista de este inicio del congreso del Partido Comunista de China. El acontecimiento está marcado por la reelección inminente de Xi como líder del partido por tercer mandato consecutivo. Un hito inédito que lo convierte en el hombre más poderoso desde Mao Tse-tung.

Xi subió en el estrado ante la ovación y los aplausos incondicionales de los delegados para destacar la importancia del congreso en un momento que definió como "crítico" para el país y para el Partido. "Esta es una causa noble, no tenemos que olvidar nuestra misión original. Tenemos que tener el coraje y la confianza para hacer avanzar el socialismo. Tenemos que ser humildes, prudentes y trabajar de lo lindo", arengó.

El congreso está teniendo lugar en un Pekín completamente blindado y con fuertes restricciones para los periodistas, las cuales se amparan bajo el paraguas de la política de covid cero de la que sigue haciendo bandera al presidente chino. Se han congregado 2.300 delegados del partido para decidir el futuro del partido y de China.