La visita de Nancy Pelosi en Taiwán desencadenó una crisis diplomática de la cual sólo se ha podido ver el principio. El pulso de Pelosi en Pekín no dejar de provocar consecuencias en la región. China anunció maniobras militares en torno a la isla taiwanesa al poco que la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense con fuego real. Las maniobras chinas bloquean en la práctica la circulación de la isla. Las prácticas militares que tenían que durar sólo unos días, se han ido alargando, delante de lo que el gobierno taiwanés ha hecho un anuncio: ellos también harán maniobras con fuego real en la zona.

El Ejército de Taiwán ha empezado este martes maniobras con fuego real para poner a prueba su capacidad defensiva ante una posible invasión china, en la misma jornada en que Pekín ha prolongado a un sexto día consecutivo los ejercicios militares en torno a la isla que empezaron el jueves pasado, según recuerda Efe.

Las maniobras anunciadas se enmarcan en las pruebas anuales de artillería pensante que hace Taiwán cada año. A pesar de hacerse con cierta periodicidad, no escapa el hecho de que se han anunciado en un contexto de conflicto abierto con Pekín. La zona de ejercicios no se superpone en absoluto con la utilizada los días anteriores por el Ejército Popular de Liberación (EPL, el Ejército chino), ha informado Lou Weijie, director de Política de Guerra del Ejército taiwanés.

Una visita corta y polémica

El pasado 3 de agosto, Pelosi, haciendo caso omiso a las advertencias procedentes tanto de los Estados Unidos como desde China, aterrizó en territorio taiwanés en su gira por Asia. Su recibimiento fue recibido con alegría para Taipéi, pero como una tradición para Pekín. Su visita fue corta y dio pocos o ningún fruto positivo, ya que Pelosi afirmó que los EE.UU. nunca abandonarían Taiwán, sin embargo, ella siguió mostrando fidelidad a la política de una sola China. "No abandonaremos Taiwán. (...) Aunque respetando nuestra política de una sola China", afirmó a su discurso. Es decir, Pelosi intentó nadar y guardar la ropa, pero simplemente ha desencadenado en una gran crisis diplomática sin que haya habido ningún cambio oficial en la política de ninguno de los Estados implicados.

La respuesta de China no se ha limitado a las maniobras militares, sino que el gobierno chino estudiaba sanciones directas en Pelosi. China las justifica para "hacer caso omiso de la preocupación y la firme oposición" de Pekín a su viaje a Taiwán y para "socavar la soberanía y la integridad territorial" del país asiático.