El Tribunal Supremo de Brasil sigue debatiendo todavía si excarcela al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva después de que lo haya solicitado su defensa. ¿El motivo? Se trata de las revelaciones periodísticas de este fin de semana que ponen en duda la imparcialidad de la investigación. Una investigación que condujo al expresidente del país a prisión por corrupción. Por ello, el exfiscal general de Brasil y exministro de Justicia de Dilma Rousseff, José Eduardo Cardozo, pidió este martes la renuncia del actual titular de Justicia, Sérgio Moro, tras las conversaciones filtradas que muestran su supuesta interferencia con los fiscales en el proceso que encarceló al expresidente.

"Es insostenible la posición del ministro Moro y por eso la única salida correcta es la renuncia", indicó Cardozo en declaraciones a la radio argentina FM La Patriada, donde también consideró que el proceso contra el expresidente Lula da Silva forma parte de un "proceso de desestabilización democrática" que está en marcha en más países de la región, como Argentina. El extenso reportaje de The Intercept Brasil contiene fragmentos de conversaciones entre Moro y el fiscal Deltan Dallagnol, quienes respectivamente eran juez y responsable de las investigaciones en Curitiba de la operación Lava Jato.

Las conversaciones sugieren que Moro orientó a través de mensajes de Telegram a Dallagnol durante la investigación que condujo a Lula a prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero, algo que, contactos que según especialistas, está prohibido en el Código Penal brasileño. "Moro ha conducido el proceso del presidente Lula con parcialidad, con un objetivo político y la intención clara e indiscutible de apartarlo de ser el gerente de la Administración", dijo Cardozo en la estación argentina.

El fiscal general brasileño durante dos meses de 2016 y ministro de Justicia entre 2011 y 2016, ambos cargos durante gobiernos de Dilma Rousseff y el Partido de los Trabajadores, indicó que la prueba revelada en el artículo de The Intercept puede ser utilizada por la defensa de Lula pero "no puede ser utilizada como un proceso de acusación" contra Moro. Sin embargo, consideró que si se demuestra la parcialidad del actual titular de Justicia del Gobierno de Bolsonaro, la Justicia brasileña debe dictar "la nulidad de los procesos" y la "necesaria libertad inmediata" de Lula.

Moro irá al Senado para esclarecer sospechas 

De esta manera,  Moro se ofreció a comparecer ante el Senado para esclarecer unas conversaciones privadas que ponen en entredicho su imparcialidad en la condena. Moro, que en 2017 condenó a Lula en primera instancia a nueve años y seis meses de prisión por recibir un apartamento en una playa de Sao Paulo a cambio de favores políticos a la constructora OAS, será escuchado la próxima semana por la Comisión de Constitución y Justicia del Senado. La audiencia fue anunciada este martes por el presidente del Senado, Davi Alcolumbre, quien dijo que Moro se puso a disposición de los parlamentarios por medio de un oficio tras la filtración de las conversaciones.

La revelación de los mensajes, transmitidos por Telegram y que llegaron a The Intercept gracias a un "hacker" anónimo que intervino los teléfonos de Moro y algunos fiscales, ha causado revuelo en Brasil y ha llevado a la defensa de Lula a reiterar que el exmandatario ha sido víctima de una "persecución política" y que el juicio en su contra estaba viciado y debía ser declarado nulo.