Los servicios secretos alemanes pondrán a partir de ahora al partido ultra AfD bajo investigación en todo el país, según ha acordado la Oficina para la Protección de la Constitución (BfV) ante la sospecha de que planean un "extremismo de derechas". Es la primera vez desde la posguerra que todo un partido con representación parlamentaria es puesto en Alemania bajo vigilancia, por un caso de amenaza potencial a la democracia. La AfD sería la formación equivalente a Vox en Alemania, según algunos observadores.

El anuncio se ha hecho público a seis meses de las elecciones generales del próximo 26 de septiembre. Actualmente los ultras tienen 88 diputados en el Bundestag, y los otros partidos les hacen cordón sanitario. Fueron el tercer partido más votado, después de la CDU democristiana y el SPD socialdemócrata.

Una razón de peso para las medidas que ha adoptado la BfV habría sido la influencia interna que está adquiriendo la corriente más radical dentro del partido ultra, llamada Der Flügel (El ala), que el año pasado la dirección de l'AfP pidió que se disolviera, según ha informado la Deutsche Welle. A esta influencia se suman los contactos con grupos especialmente radicales como Movimiento Identitario, la publicación Compact y el laboratorio de ideas de reciente creación Instituto para políticas de Estado.

El ministerio del Interior, de quien depende la Oficina para la Protección de la Constitución, ha declinado hacer declaraciones sobre la medida adoptada y ni la ha confirmado ni la ha desmentido. Sin embargo el portavoz de asuntos interiores de la CSU, el partido hermano bávaro de los democristianos de Angela Merkel, ha confirmado que el nuevo estado de vigilancia es un hecho. "Toda la AfD es ahora un caso sospechoso de extremismo de derechas. Es una decisión coherente y correcta de la Oficina de Protección de la Constitución. Una democracia defensora significa combatir a los que se oponen al orden básico democrático libre", ha indicado.

El partido ultra ya había tenido problemas en 4 lands (Brandeburgo, Turingia, Sajonia-Anhalt y Sajonia), por conflictos concretos. En Turingia nació precisamente la corriente Der Flügel, que critica el intento de la dirección de adoptar un discurso moderado para ampliar la base.

El seguimiento de los servicios secretos sobre AfD se realizará, de momento, con restricciones hasta que el Tribunal de Colonia resuelva una demanda que todavía está en curso. De entrada quedaron excluidos del seguimiento los diputados ultras de los lands, los federales y los del Parlamento Europeo, así como los candidatos a las elecciones de este año. El hecho de que esta demanda todavía esté en trámite ha sido una de las causas de que no se hayan hecho declaraciones oficiales, según medios alemanes.

La AfD no ha escogido todavía cabeza de lista para las generales de septiembre, y lo tendrá que hacer con este escenario de presión. Según las encuestas, podría quedar en cuarta posición, superada por la CDU, el SPD y los Verdes.

El partido ultra alemán empezó haciendo campaña contra la pertenencia de Alemania al euro en el 2013, y posteriormente adoptó un discurso contra la inmigración y el islam.