Más de 280 alumnos de primaria y secundaria han sido secuestrados después de un ataque de un grupo armado a la escuela donde estudiaban. El centro está situado en el centro norte del país, en una localidad del estado de Kaduna. Los hechos tuvieron lugar el jueves y este viernes se calcula que 187 alumnos habían desaparecido de una escuela secundaria y 125 de la escuela primaria local, pero que 25 habrían vuelto desde entonces, según informa la BBC. Sin embargo, las cifras finales todavía pueden variar y las autoridades son prudentes. "Por lo que hemos podido averiguar con la escuela, más de 280 alumnos fueron secuestrados por los bandidos, que viajaban con motocicletas y dispararon durante el ataque", ha declarado el subsecretario de la oficina regional a Kaduna de la Coalición de Acción de la Sociedad Civil sobre Educación para Todo el Mundo, Farouk Alhassan.

Los alumnos, de entre ocho y quince años, fueron llevados, junto con un profesor, han relatado las autoridades. Un testigo de los hechos, otro maestro, ha explicado que trataron de impedir el secuestro, pero los secuestradores los repelieron con armas de fuego y se contaría con una víctima mortal. Según informa la televisión británica, todo apunta a que casi todas las familias de la ciudad tienen un hijo entre las víctimas secuestradas y las fuerzas armadas han iniciado una operación para encontrarlas."Ningún niño se quedará atrás", prometió el gobernador de la región.

¿Quién hay detrás?

Algunos estados de Nigeria —sobre todo del centro y noroeste del país— sufren ataques incesantes por parte de "bandidos", término usado en el país para nombrar a las bandas criminales que cometen asaltos y secuestros masivos para pedir copiosos rescates, según expone EFE. Además de los bandidos, el país sufre el asedio del grupo yihadista Boko Haram en el nordeste del país y, a partir del 2016, también de su escisión, el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP, por las siglas a inglés).

El año 2014, Boko Haram secuestró a 230 adolescentes nigerianas de su escuela en Chibok. Casi diez años después, 98 de las secuestradas siguen en manos del grupo islamista. Este fue el caso más mediático de los centenares de secuestros que ha perpetrado Boko Haram. Sin embargo, las autoridades todavía no saben si este último secuestro es obra de Boko Haram u otro grupo islamista, o, por el contrario, es algo perpetrado por bandidos.

El secuestro ha despertado indignación dentro y fuera de las fronteras nigerianas. Algunas ONG ya han hecho llamamientos para mantener las escuelas como un espacio seguro, al margen de los conflictos. Amnistía Internacional ha recogido en un comunicado: "Las escuelas deberían ser lugares seguros y ningún niño debería tener que escoger entre su educación y su vida. Las autoridades nigerianas deben tomar medidas inmediatamente para impedir ataques a escuelas y proteger las vidas de los niños y su derecho a la educación".