El expresidente francés, Nicolas Sarkozy, ha admitido hoy su derrota y ha reconocido que serán los exprimeros ministros François Fillon y Alain Juppé los que se jugarán, en la segunda vuelta, ser el candidato a la Presidencia del centroderecha francés.

Después de reconocer la derrota, Sarkozy ha pedido el voto para Fillon: "Mi deber me obliga a decir con lealtad que, a pesar de mis desacuerdos en el pasado, Fillon ha comprendido mejor los desafíos que afronta Francia. Por eso votaré por él en la segunda vuelta".

Sin decirlo de manera clara, Sarkozy ha dejado entrever que esta derrota pone fin a su larga carrera política. "Quiero dar las gracias a mi mujer y a mis hijos. Siento haberles impuesto muchas penalidades. No es fácil vivir al lado de un hombre que despierta tantas pasiones como yo. Ha llegado el momento de aportarles más pasión privada y menos pública. Buena suerte a Francia", ha señalado.

El expresidente ha obtenido, según los resultados parciales, en torno a un 20% de los votos, la mitad que Fillon (44%) y 200.000 menos que Juppé (28%).

Sarkozy ha recordado que ha trabajado con los dos supervivientes de las primarias, de quienes ha dicho que "los dos honran a la derecha francesa", y se ha comprometido a dar apoyo al ganador, sea quien sea.

Además, ha pedido a sus electores que no voten por los partidos extremos, en una clara referencia a la ultraderecha que encarna el Frente Nacional de Marine Le Pen.