Las autoridades rusas impuestas por el Kremlin en la provincia ocupada de Jersón, en el sur de Ucrania, han empezado a vacunar en secreto contra el cólera a la población, ante el aumento de las infecciones, según afirma el Estado Mayor ucraniano. "Se ha detectado un incremento en el número de casos de infecciones intestinales agudas en las temporalmente ocupadas a Skadovsk y Genichesk, en la Jersón ocupada", reza el comunicado militar del Estado Mayor ucraniano emitido este miércoles. Los síntomas de las infecciones son propios del cólera, según la fuente.

"El autodenominado poder ocupante no reconoce el aumento del número de casos, intenta esconder el deterioro de la situación sanitario-epidemiológica en la región y ha empezado una campaña de vacunación encubierta contra el cólera", denuncia el comunicado militar ucraniano. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya alertó en junio que la destrucción de la presa de Kajovka, en Jersón, y las inundaciones que causó podrían propiciar la aparición de brotes de cólera.

La región de Jersón está partida en dos por el río Dniéper. Rusia ocupa la orilla oriental y el Gobierno de Kiev controla el margen occidental. Parte de la provincia de Jersón sufrió graves inundaciones el mes pasado a consecuencia de la destrucción de la presa de Nueva Kajovka y de la central hidroeléctrica de la cual forma parte la infraestructura, que estaba situada en territorio ocupado por Rusia. La destrucción de la central hidroeléctrica y de la presa, en el río Dniéper, provocó una catástrofe humana y ecológica en la zona. Kyiv acusa a Rusia de haber volado de manera premeditada la infraestructura para causar la inundación y entorpecer un posible avance ucraniano.

Alerta de la OMS

Precisamente, la OMS alertó a principios de junio que la destrucción de la presa de Kajovka, en Jersón, podría suponer un aumento de los brotes de cólera a las puertas de Europa. El director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó que "no se puede subestimar el impacto del suministro de agua de las regiones a los sistemas y servicios públicos", entre otros motivos, por las enfermedades que se pueden transmitir por el agua. Por su parte, la responsable del Programa de Emergencias de Salud de la OMS, Teresa Zakaria, dijo que las muestras ambientales indicaban que el patógeno existía en el medio ambiente, por lo que "en cualquier momento podríamos encontrarnos casos".