Rusia ha decidido ampliar su sombra de influencia en el África, y ha enviado aviones y helicópteros de guerra a Mali para combatir el yihadismo, según informa Euronews. En la ceremonia de recepción de este material el jueves pasado se pudieron ver diez aparatos en total, ocho aviones y dos helicópteros. Al acto asistieron el embajador ruso, Igor Gromyko, y el jefe de la junta de Mali, el coronel Assimi Goïta.

La entrega consistió en un Sukhoi Su-25, que es un avión de ataque terrestre y de apoyo de diseño soviético, y el Albatros L-39, un avión de diseño checo originalmente destinado al entrenamiento pero que a menudo se ha utilizado como avión de ataque, según ha explicado el ejército maliense. También había un Mi-8, un helicóptero polivalente de diseño soviético utilizado para transportar tropas y equipamiento, y que se podría armar para dar apoyo a los soldados en tierra.

Los funcionarios de Mali no han especificado cuántos aparatos en concreto han recibido. Lo que está claro, sin embargo, que no es el primer envío que realiza Rusia, y que ya se hicieron entregas en marzo y en agosto del año pasado. Las autoridades del país han reconocido que están comprando los aparatos, pero no dan más detalles, ni tampoco el coste.

Mali sufre la implantación del yihadismo en varias zonas del país desde el 2012, y eso ha llevado a una crisis, no solo de seguridad, sino también política y humanitaria. Los coroneles que tomaron el poder por la fuerza en el 2020 impulsaron la ruptura de la histórica alianza militar con Francia en el 2022, y se dirigieron a partir de entonces a Rusia, que ha incrementado la influencia en la zona.

Varias fuentes informan de que la junta empezó a incorporar el grupo privado ruso Wagner a finales del 2021, cuyas acciones han sido denunciadas en varios países. La junta, sin embargo, lo niega y habla de un acuerdo con Rusia y su ejército. La junta asegura que ha recuperado la iniciativa contra los yihadistas.

Según los militares, los aparatos que ahora han recibido irán destinados a dar apoyo a las tropas en tierra, que es donde se producen los enfrentamientos con los yihadistas. Permitirán al ejército ampliar el radio de acción y golpear rápidamente a los enemigos practicando principalmente el ataque sorpresa y la retirada antes de cualquier respuesta, indica el ejército.

En la fotografía principal, el embajador ruso en Mali, Igor Gromyko, con los dirigentes del país      Foto: Congo TV