Ucrania sorprendió el mundo el domingo pasado con la Operación Telaraña, un ataque coordinado y masivo perpetrado por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) contra bases aéreas rusas, utilizando drones introducidos de contrabando en territorio enemigo y lanzados desde camiones camuflados, que ha supuesto un punto de inflexión en la guerra que enfrenta los dos países. Donald Trump advirtió, después de una conversación telefónica con Vladímir Putin, que Rusia respondería "de manera muy contundente" al ataque. Rusia empezó a responder el jueves con un ataque sobre instalaciones civiles en Jerson, y esta madrugada ha continuado con un asalto con misiles balísticos y drones sobre Kiev y otras regiones de Ucrania, con un ataque masivo que ha dejado al menos cuatro muertos y 20 heridos en la capital ucraniana. La respuesta rusa ha sido interpretada como una represalia directa por el ataque ucraniano a sus bases aéreas, y las autoridades ucranianas advirtieron sobre la amenaza de nuevos ataques balísticos. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación el aumento de las tensiones y la posibilidad de una escalada todavía mayor en el conflicto.

"Kiev ha sufrido otro ataque con UAV (vehículos aéreos no tripulados) y misiles balísticos. Los rescatistas están respondiendo a las consecuencias en varios lugares de la ciudad", escribió el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania a través de Telegram. El alcalde de la capital ucraniana, Vitali Klitschko, informó en esta misma red social que "ya son cuatro personas muertas en la capital" y 20 heridos, de los cuales 16 están hospitalizados. Se activaron unidades de defensa aérea ucranianas en la zona de Obolon de Kyiv, según informó Klitschko. "¡El ataque a la capital continúa! ¡Permanezcan en los refugios!", pidió el alcalde.

Daños en varios distritos de la capital

Durante el ataque, se registraron incendios y daños en varios distritos de Kiev, incluyendo edificios residenciales de gran altura en los distritos de Solomyanskyi, Holosiivskyi y Darnytskyi. Además, se reportaron cortes de energía de emergencia en algunos barrios y la activación de alertas aéreas en todas las regiones del país; también causó "numerosos impactos" en la región de Ternópil, al oeste de Ucrania, y en Volinia, en el noroeste del país. Los ataques han afectado significativamente al sistema de transporte urbano, especialmente el metro y los trenes regionales de la capital, con daños en las vías que han provocado interrupciones en los servicios.

La Administración Militar regional de Kiev aseguró que el ataque estuvo dirigido contra "infraestructura civil" y habla de daños materiales en seis distritos de la capital. Se reportaron incendios en edificios de Kiev causados por la caída de escombros y ataques con drones, mientras Ucrania intentaba repeler el ataque ruso, según declaró el jefe de la Administración Militar de la Ciudad de Kyiv, Tymur Tkachenko, quién acusó a Rusia de atacar zonas residenciales con drones, afirmando que un rascacielos en el distrito Solomyanskyi de la capital ucraniana resultó dañado.

En la región de Ternópil, el gobernador Viacheslav Negoda ha afirmado sin especificar la naturaleza exacta de los objetivos conseguidos que ha habido "numerosos impactos" durante el ataque, "el más masivo" sufrido por esta provincia del oeste de Ucrania durante la guerra. Además de drones kamikazes Shahed de origen iraní, Rusia ha utilizado en el ataque misiles de crucero, según explicó Negoda, que informó de cinco heridos y de daños en infraestructuras industriales. El ataque también dejó sin luz una parte de la ciudad de Ternópil.

Rusia también bombardeó la región de Volinia, en el noroeste de Ucrania. Según el gobernador, Iván Rudnitski, la capital regional, Lutsk, ha sufrido un "ataque masivo" con misiles y drones que ha herido a cinco personas y ha dañado al menos un edificio residencial de varias plantas.

El ataque del jueves a Jerson

Estos ataques se suman a los que se produjeron el jueves sobre instalaciones civiles y dos edificios de la administración regional de Jerson, que quedaron destruidos por completo y que Volodímir Zelenski calificó de "ataques selectivos, no aleatorios. Sin sentido militar. Francamente, están destruyendo vidas. Son seres completamente enfermos", lamentó presidente ucraniano en sus redes sociales, desde donde apeló nuevamente a la necesidad de responder con la fuerza "para obligarlos a dejar de matar".