Hace semanas que el presidente ruso, Vladímir Putin, dio la orden de atacar a la infraestructura eléctrica de Ucrania. En este sentido, el líder ruso se ha comprometido a seguir haciéndolo. El objetivo de seguir cargándose la red eléctrica en pleno invierno no tiene traba. Las mismas autoridades ucranianas calculan que estos apagones y cortes de luz podrían durar hasta marzo del 2023.

 

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Putin ha recibido ya muchas críticas globales a los ataques que han dejado a millones de personas sin electricidad ni agua al principio del invierno. El líder ruso, sin embargo, ha presentado estos ataques como una respuesta a la explosión al puente de Moscú que conectaba Rusia con Crimea. En este sentido, ha acusado también Kyiv de hacer saltar por los aires líneas eléctricas cerca de la planta nuclear de Kursk y no suministrar agua a Donetsk, en el este de Ucrania.

Alguna cosa, sin embargo, extraña del discurso de Putin. Un hombre que casi no bebe nunca, sostiene una copa y vacía un discurso lleno de imperfecciones. "Hay mucho ruido sobre nuestros ataques a la infraestructura energética del país vecino. Sí, hacemos eso. Sin embargo, ¿quién empezó?". El líder ruso habría pronunciado estas palabras en una ceremonia de entrega de premios en el Kremlin, según expone la agencia Agence France-Presse. Y habría dicho, además, que las críticas "no interferirían con nuestras misiones de combate".

Sobre Donetsk, Putin también ha hablado. "No suministrar agua en una ciudad de más de un millón de habitantes es un acto de genocidio". Así, ha acusado también Occidente de "completo silencio" sobre todo eso y parcialidad contra Rusia. "Tan pronto como nos movemos y hacemos alguna cosa en respuesta, hay una desazón y un clamor que se extiende por el universo", ha manifestado. Rusia se ha enfrentado a afirmaciones que sus ataques a los sistemas de energía y eléctricos de Ucrania equivalen a crímenes de guerra.

Rusia tiene intención de recuperar los territorios anexionados

El Kremlin no tiene intención de detenerse en Ucrania. A la voluntad de continuar con los bombardeos se le tiene que sumar la intención de apoderarse de partes del este y el sur de Ucrania, que Putin ha reclamado como propias. Así lo detallaba el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. En este sentido, ha añadido que la península de Crimea al sur de Ucrania, que Rusia se anexionó en el 2014, era vulnerable a los ataques de las fuerzas ucranianas, después de que varios funcionarios dijeran que habían hecho caer un dron de una base naval clave.

"Nos quieren matar"

"Nunca esperamos que intentaran destruir la infraestructura civil de nuestras ciudades. Es genocida. Es terrorismo", ha explicado el alcalde de Kyiv, Vitali Klitchkó. "Quieren congelar la población civil. Quieren matarnos. Quieren tener una Ucrania sin ucranianos". En una conversación con el diario The Guardian, la máxima autoridad de Kyiv destaca que el ejército hace caer misiles que Rusia dispara contra Kyiv. Hace dos semanas, estuvimos cerca de un apagón total. Entonces la temperatura estaba por encima del punto de congelación, pero imagina si la misma situación se produjera ahora, cuando la temperatura fuera está cerca de los 10 grados bajo cero y sin electricidad, agua o calefacción. Las consecuencias serían desastrosas". "En aquel ataque, casi toda la ciudad se quedó sin luz. Durante las siguientes 12 horas estuvimos trabajando día y noche para recuperar la energía", constata.


Vitali Klitchkó, alcalde de Kyiv: "Nos quieren matar"

 

En este sentido, enumera las 45 estaciones de metro que continuarán abiertas como refugios y proporcionarán una carga para teléfonos, internet y también consejos para vivir un apagón y cortes|trozos de luz prolongados. "Es para lo peor de los casos", explica Klitxkó. "Necesitamos decirle a la gente lo que tienen que hacer si la situación se vuelve crítica y no tienen internet ni conexión a los medios de comunicación".

Los ucranianos ya tienen una palabra por lo que Rusia les está haciendo: Kholodomor (muerte masiva por congelación). Un juego de palabras que recuerda a Holodomor, el acrónimo utilizado para describir el hambre provocada por Joseph Stalin en Ucrania que mató millones de personas a principios de la década de 1930.

 

Imagen principal: el presidente ruso, Vladímir Putin, pronunciando un discurso en el Kremlin / Efe