Putin no se rinde. El presidente ruso, Vladímir Putin, visitará el jueves que viene el Kazajistán, donde se reunirá con su homólogo, Kasim-Yomart Tokáev, el país del cual mantiene estrechas relaciones con Rusia, pero que procura intensificar sus vínculos también con otros socios como la Unión Europea (UE) y sus países miembros.
Según ha informado este martes el Kremlin, Putin y Tokáev se reunirán en Astana, la capital kazaka, donde abordarán el futuro desarrollo de las relaciones bilaterales, la interacción en las alianzas del espacio euroasiático y problemas regionales e internacionales.
Participación telemática en un foro
También participarán por videoconferencia en la reunión plenaria del XIX Foro de Cooperación Interregional entre Rusia y Kazajistán, que se celebrará en la ciudad de Kostanai, en el norte del país centroasiático. De acuerdo con el Kremlin, durante la visita de Putin a Kazajistán se firmarán varios documentos conjuntos "importantes".
"Se planea abordar asuntos claves para el futuro desarrollo de las relaciones de asociación y alianza estratégicas ruso-kazajas, las perspectivas de interacción en el marco de las asociaciones de integración en el espacio euroasiático," ha destacado al portavoz de Presidencia rusa, Dmitri Peskov, a su rueda de prensa diaria. Además, ha añadido, los dos mandatarios intercambiarán puntos de vista sobre los problemas regionales e internacionales actuales.
Los escasos viajes de Putin
Putin casi no ha viajado al exterior desde el inicio de la guerra de Rusia en Ucrania, y se ha limitado principalmente a viajar a la región centroasiática para reuniones de alianzas postsoviéticas y a China. Y es que hay que recordar que contra Putin pesa desde el marzo pasado una orden de arresto internacional de la Cort Penal Internacional (CPI) por la deportación ilegal de menores de Ucrania en Rusia.
La visita del jefe del Kremlin se produce después de que Tokáev recibiera hace varios meses altos cargos de la Unión Europea (UE) y más recientemente el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán.
Especialmente, Macron mostró su comprensión por la presión que pueda experimentar Kazajistán por sus estrechos vínculos con Rusia, a la vez que apoyó el camino escogido por este país de diversificar sus relaciones con múltiples países.
El juego a dos bandas de Kazajistán
Y es que sin ir más lejos y en este contexto, el presidente de Kazajistán ha hecho declaraciones contradictorias últimamente. Especialmente, de visita hace unas semanas en Alemania. Por una parte, se ha mostrado firme a respetar las sanciones impuestas contra Rusia, pero de la otra ha destacado que continuará la cooperación integral con Rusia, exactamente como hasta ahora. Y claro está, es prácticamente imposible respetar las sanciones y cooperar. Hay que recordar que hay una unión aduanera como una libre conversión de moneda entre Kazajistán y Rusia, un hecho que facilita el comercio entre los dos y complica la aplicación de las sanciones. Y es que aunque Tokáev ha destacado que cumple las sanciones, también destaca que sigue siendo una fuente importante de "importaciones paralelas" para Rusia.