La gestión de los refugiados es un problema enquistado que hace tiempo que se arrastra. Ahora, sin embargo, la UE podría haber llegado a un principio de acuerdo. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha asegurado que entre los 27 países que forman parte de la Unión estaría la voluntad de llegar a un acuerdo para fijar una posición con respecto al reglamento de gestión de crisis. Así lo ha adelantado eldiario.es, que destaca al mismo tiempo que hay posiciones opuestas de algunos gobiernos ante los parlamentarios.

Este principio de acuerdo llega después de la visita de urgencia de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a Lampedusa, hace unos días, después de la llegada de 10.000 migrantes en tres días y recibir una invitación formal de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.

El acuerdo no parecía sólido, pero en 24 horas ha habido algún giro de guion. En este sentido, todo podría ser consecuencia de la reunión de los ministros del Interior, el canciller alemán, Olaf Scholz, podría haber cambiado de rumbo al ordenar a su gobierno, desbloquear el pacto migratorio, según detalla eldiario.es citando diarios alemanes. Esta decisión habría acelerado las negociaciones. España, como es la presidenta del Consejo de la UE, le toca pilotar las reuniones.

¿Qué supondría este acuerdo?

Según parece, establecer una posición con respecto al reglamento de gestión de crisis permitiría, además, seguir adelantando, en los otros cuatro expedientes del Pacto Migratorio, que estaban ya en fase de negociación con la Comisión y la Eurocámara, pero los parlamentarios se plantaron y paralizaron las conversaciones hasta que los 27 estados miembros desbloquearon lo que quedaba pendiente, destaca el mismo periódico.

Y es que la llegada permanente de refugiados y el aumento de las solicitudes de asilo, han provocado tensión entre los mismos países. Meloni ha pedido ayuda en varias ocasiones a los socios europeos y pidiendo endurecer las medidas contra la inmigración.

Von der Leyen anunció a Lampedusa un programa, que constaba de diez compromisos, entre los cuales hay un mecanismo de solidaridad para que otros países europeos transfieran migrantes llegados a Lampedusa fuera de Italia, actualizó la legislación europea contra el tráfico de personas y definió nuevos corredores humanitarios legales y seguros.

Paralelamente, Meloni anunció un paquete de medidas para disuadir los migrantes que traten de llegar de forma irregular en Italia, entre ellas, ampliar hasta los 18 meses, el máximo que permite la ley, el periodo de internamiento en los centros de detención de las personas que esperan la repatriación.