Si se hace una búsqueda rápida en Google "Castillo de Drácula" sale el Castillo de Bran. Y muchas veces, buscando el Castillo de Bran, sale "Castillo de Drácula" justo al lado, como indicando que el Castillo de Bran es, justamente, el Castillo de Drácula. Sin embargo, ¿por qué Drácula tiene un castillo medieval? Siempre está bien recordar que Drácula es una novela de fantasía escrita por Bram Stoker, publicada el año 1897. Se han hecho múltiples películas y adaptaciones. Todavía ahora se publica y ha sido traducida además de 50 idiomas, consiguiendo vender más de 12 millones de copias. Entonces, ¿de quién es el castillo?
Evidentemente, con los datos y fechas sobre el papel, claramente de Drácula no. El Castillo de Bran es una fortaleza medieval, cerca de la ciudad de Brașov, en Transilvania, y es un monumento nacional y uno de los puntos clave del turismo de Rumania. También por ser conocido como el Castillo de Drácula, pero la verdad es que era la antigua residencia de Vlad Țepeș. Ahora bien, todavía hay más. Se dice que el personaje histórico con qué se inspiró Stoker, Vlad Țepeș, nunca vivió en el castillo y que su residencia de verdad fue el Castillo de Poenari, hoy prácticamente en ruinas. El castillo de Bran impresiona, pero no han pasado demasiados asesinos y su importancia militar tampoco destaca. Fue habitado de manera permanente durante las décadas de 1920 y 1930, cuando fue la residencia de verano de la reina María de Rumania.
¿Quién era Vlad Țepeș o Vlad Drácula?
Para simplificar y no entrar en detalles, Vlad Țepeș fue príncipe de Valaquia entre 1456 y 1462 y es considerado uno de los gobernantes más importantes de esta región y héroe nacional de Rumania. Sin embargo, cuando acabó su reinado, Vlad estuvo cautivo en Visegrád desde 1463 hasta 1475. Durante este periodo, las anécdotas sobre su crueldad empezaron a extenderse a Alemania e Italia. Por petición de Esteban III de Moldavia se le liberó el verano de 1475. Combatió al ejército de Matías Corvino de Hungría contra los otomanos en Bosnia a principios de 1476. Vlad murió en un combate con Basarab Laiotă, quien tenía el apoyo del imperio otomano, en las afueras de Bucarest el 10 de enero de 1477.
A finales del siglo XV adquirieron gran popularidad los libros que relataban sus actos de crueldad, convirtiéndose en algunos de los primeros superventas en Europa. En Rusia, las historias populares sugirieron que Vlad pudo fortalecer el gobierno central solo mediante la aplicación de castigos brutales, y la mayoría de los historiadores rumanos adoptaron una opinión similar al siglo XIX. El escritor irlandés Bram Stoker se inspiró en este príncipe para crear a su personaje del vampiro conde Drácula. Y eso se puede ver en el Castillo de Bran, donde incluso hay una exposición temporal de métodos de tortura muy crueles. Una cámara de la cual es imposible salir sin sufrir un descalabro emocional, imaginando el cuerpo propio en cualquiera de las opciones expuestas. El impacto es tal, que se indica con un cartel en la puerta.
¿De dónde sale Drácula y por qué se le relaciona con el Castillo de Bran?
Bram Stoker podría haberse inspirado para crear a Drácula en aspectos de Vlad, aunque las descripciones de la novela no dicen exactamente dónde está el castillo. Ahora bien, la imagen del Castillo de Bran sí que ha sido utilizado en diferentes películas. Un hecho que Rumania ha sabido explotar muy bien, ya que el principal reclamo del castillo es precisamente el hecho que sea el Castillo de Drácula, y no el de Vlad, que mucha gente no sabe ni quién es hasta que no llega a las puertas de este. Para acabar descubriendo que no residió en él nunca. Son muchas las postales que hacen referencia a este castillo como el de Drácula, imanes, camisetas y cualquier elemento y conexión que se establezca con el vampiro. Ahora bien, imposible establecer certezas absolutas al respecto. El castillo esconde una parte dedicada precisamente a Drácula con una mención para todas las películas que se han hecho en torno a esta figura –que no son pocas–.