La voluntad de mantener la política de covid cero se le está girando en contra al presidente chino, Xi Jinping. Pruebas masivas y cuadragésimas han provocado la muestra de disidencia pública mayor vista en décadas. China consiguió suprimir el virus de sus fronteras con esta política. Después, sin embargo, llegaron nuevas variantes y más transmisibles. En las últimas semanas, el crecimiento de los brotes de coronavirus habría registrado un nuevo récord.

Los expertos en salud mundial han criticado los métodos de China y los han tildado de insostenibles. Los casos han seguido aumentando y también el descontento público. ¿En este sentido, por qué China sigue aplicando estas políticas?

Ya hace casi tres años que se detectó el primer caso de covid-19 en Wuhan, y el número de casos en China sigue creciendo más que en otros países. Eso, según los expertos, querría decir que la población ha sido muy poco expuesta en el virus, y además, la tasa de vacunación es baja y no consigue subir con respecto a otros lugares. Hay que recordar que China se negó a importar vacunas internacionales, y que solo utiliza las vacunas que se han producido al mismo país. Estas se ha demostrado que son menos efectivas que las que se utilizan en otros lugares.

China no quiere importar vacunas occidentales

Muchos expertos en enfermedades infecciosas constatan que ahora sería un buen momento para China para importar vacunas de ARNm fabricadas por Pfizer o Moderna, a pesar de los desafíos públicos de reconocer que las vacunas propias no son lo suficientemente buenas. Según destaca el The Guardian, China no habría promovido la vacunación entre los colectivos más vulnerables hasta noviembre del 2021, es decir, bastante más tarde que la mayoría de países occidentales.

Por otra parte, China ha informado de muchas a menos muertes en comparación con otras naciones grandes y tiene una de las muertes per cápita más bajas del mundo. Pero, claro está, tendrá que abrir sus fronteras. Las restricciones, que tendrían que levantarse gradualmente, como el uso de las mascarillas, podrían mantenerse para reducir la propagación tanto como sea posible.

Los problemas a los cuales se enfrenta China

La firma de análisis de salud Airfinity ha publicado este mismo lunes unas proyecciones que calculan que hasta dos millones de personas en China podrían estar en riesgo de muerte si el país levantara su política de covid cero, vistas las bajas tasas de vacunación y la falta de inmunidad natural entre población.

Los analistas también han cuestionado los preparativos de China para la vida después de estas políticas tan restrictivas para mantener la covid a raya. Muchos países utilizaron el tiempo de confinamiento y de cierres de diferentes actividades para aumentar la capacidad de cuidados intensivos, pero China está mucho por detrás de otras naciones asiáticas. En este sentido, algunos datos, que recoge el mismo diario, muestran que China tiene menos de cinco camas de cuidados intensivos por cada 100.000 personas. Unos datos que son muy diferentes a Taiwán, donde hay casi 30, o los más de 10 que hay en Corea del Sur o Tailandia.

En este contexto, queda bastante claro que estos factores combinados con un acceso desigual a la atención médica es posible que generaran un gran número de muertos, si se permitiera una "libre circulación del virus". A pesar de los intentos de mantener la política de covid cero para proteger la población, los expertos constatan que estas políticas sueño insostenibles a largo plazo. A pesar de las protestas, parece complicado que las autoridades cambien el camino que han marcado hasta ahora.

 

Imagen principal: un voluntario come una comida en un edificio confinado / Efe